Nueva York. AFP. El conflicto en Siria, la cuestión nuclear iraní y el peligro del extremismo centraron ayer los debates y reuniones de líderes mundiales presentes en Nueva York en vísperas de la apertura –hoy– de la 67.ª Asamblea General de la ONU.
Marcando el tono que busca imprimir Estados Unidos, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo que el mundo debe permanecer unido para “resistir” a los extremistas que quieren dividir a la comunidad internacional, en momentos cuando el mundo árabe es escenario de violentas protestas antiestadounidenses por una película islamófoba .
“Todos nosotros tenemos que estar unidos para resistir estas fuerzas y apoyar las transiciones democráticas que están ocurriendo en el norte de África y en Oriente Medio”, afirmó en una conferencia en la fundación Iniciativa Global Clinton, creada por su marido, el expresidente Bill Clinton.
Día de contactos. Hillary Clinton dedicó buena parte de la jornada a una intensa ronda diplomática con reuniones con los jefes de Estado de Pakistán, Libia, Afganistán y Egipto.
En ese marco, el nuevo presidente libio, Mohamed al-Megaryef, prometió que su país no será “una carga” para la comunidad internacional, tras manifestar sus condolencias por el ataque contra el consulado estadounidense en Bengasi en el que murieron cuatro diplomáticos.
Menos conciliador se mostró el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, quien condenó a las potencias occidentales del Consejo de Seguridad de la ONU por violar “los derechos y libertades de otras naciones”, al imponer sanciones a Irán por su controvertido programa nuclear.
Si bien Teherán ha negado en forma reiterada que busque fabricar una bomba atómica , Occidente cree lo contrario, y Francia, Reino Unido y Alemania pidieron en forma oficial el domingo que la Unión Europea adopte nuevas sanciones contra Irán.
Siria en escena. Además de la cuestión nuclear iraní y la oleada de violencia en el mundo musulmán, la situación en Siria es el otro gran tema que centra la atención de la Asamblea General.
El drama sirio ocupará un lugar destacado en los discursos, pero también al margen de la Asamblea , con reuniones en el Consejo de Seguridad de la ONU.
En ese sentido, el mediador internacional para Siria, Lakhdar Brahimi, afirmó ayer ante el máximo órgano de decisión de la ONU que la guerra civil en ese país empeora y “no hay avances en vista” ya que la situación es “extremadamente grave”.