Tegucigalpa
Centenares de sindicalistas protestaron hoy en las calles de Tegucigalpa contra un paquete de medidas fiscales aprobado en diciembre pasado por la mayoría oficialista del Parlamento a fin de aumentar la recaudación de impuestos.
"Estamos protestando porqué las medidas económicas aprobadas por el Congreso Nacional están afectando letalmente a los más pobres",dijo a periodistas Daniel Durón, secretario de la Central General de Trabajadores (CGT).
La reforma fiscal, en vigor desde el 2 de enero, aumentó del 12 % al 15 % la tasa del Impuesto sobre Ventas, incluye nuevos gravámenes o eleva algunos ya vigentes para productos y servicios, además de suprimir o limitar exoneraciones.
La protesta pacífica, que inició en el parque El Obelisco de Comayagüela y terminó en el centro de Tegucigalpa, frente al Parlamento, estuvo encabezada por las principales centrales obreras y los sectores populares organizados.
"Este es el principio de una serie de acciones para hacer entender a los diputados que estás medidas afectan al pueblo, a los más pobres", expresó Durón.
La mayoritaria bancada del gobernante Partido Nacional aprobó en diciembre pasado la Ley de Ordenamiento de las Finanzas Públicas, Control de las Exoneraciones y Medidas Antievasión, argumentando que servirá para superar la crisis económica sin precedentes que atraviesa el país y mejorar la recaudación de impuestos.
Entre los productos y servicios que son afectados con la nueva ley figuran la telefonía móvil, el servicio de televisión por suscripción, internet y el arrendamiento de edificios.
El presidente del Sindicato de Trabajadores de la estatal Empresa Nacional de Energía Eléctrica, Dagoberto Tejeda, dijo a periodistas que la manifestación es una forma de presionar a los diputados para que reviertan la reforma fiscal.
La reforma fue aprobada por solicitud del mandatario saliente, Porfirio Lobo, y del actual presidente del Parlamento y gobernante electo, Juan Orlando Hernández, del Partido Nacional.
Los manifestantes, más de 700 según los organizadores, también se pronunciaron contra el desempleo, la pobreza, la injusticia, la violencia y otros problemas que afectan a Honduras, un país con 8,5 millones de habitantes de los que el 70 % vive en la pobreza.