La ley se aprobó con 33 votos a favor, 27 en contra y tres abstenciones, tras una maratónica sesión de más de 13 horas y pese a la oposición de la Iglesia Católica, culto ampliamente mayoritario en el país, que lideró una intensa movilización social para impedir la aprobación del proyecto.
Los senadores votaron según sus concepciones personales, sin que existiera una postura homogénea en los bloques.
La iniciativa, apoyada por el gobierno peronista de Fernández, consagró por ley los matrimonios gais y ahora solo falta su reglamentación por el Ejecutivo.
“Es un paso positivo que defiende el derecho de la minoría en Argentina”, dijo la mandataria de visita en Shanghái, China.
La nueva legislación contempla reformar el Código Civil cambiando la fórmula de “marido y mujer” por el término “contrayentes” y prevé igualar los derechos de las parejas homosexuales con las heterosexuales, incluyendo los derechos de adopción, herencia y beneficios sociales.
Argentina se convirtió así en el primer país de América Latina en autorizar el matrimonio gay a escala nacional y el décimo en el mundo después de Holanda, Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal e Islandia.
En Costa Rica, un eventual referendo el 5 de diciembre decidiría si los costarricenses aprueban la unión civil entre personas del mismo sexo. Mientras, en la Asamblea Legislativa está un proyecto de ley que pretende dar garantías legales a las parejas gais para que puedan recibir beneficios como créditos mancomunados, herencias de su pareja, seguro social compartido, permisos laborales por fallecimiento de la pareja y recibir pensión en caso de muerte u obtener residencia si uno es extranjero.
Ayer, en Argentina, el senador Miguel Pichetto, jefe del peronismo oficialista, dijo: “Es un día histórico. Por primera vez en Argentina se legisla para las minorías”.
Al respaldar la nueva norma, el jefe del bloque del opositor radicalismo, Gerardo Morales, expresó que “llegó la hora de sancionar normas que se adapten a nuevos modelos de vínculos familiares”.
Centenares de manifestantes que esperaron el resultado frente al Parlamento en la madrugada, festejaron la votación que respaldó un dictamen de la Cámara de Diputados aprobado días atrás. En la última semana, la Iglesia Católica hizo una gran movilización en contra.