Washinton (AP). El presidente Barack Obama buscará dar un nuevo enfoque a las relaciones económicas entre Estados Unidos y México a pesar de que nuevas dudas sobre seguridad amenazan con ensombrecer la visita del mandatario a ese país.
Obama aprovechará también su viaje de tres días, que comienza el jueves y que incluye una visita a Costa Rica, para destacar el trabajo que se está haciendo en el Congreso estadounidense en busca de una reforma migratoria, un tema relevante en Latinoamérica.
Está planeado que el presidente llegue el jueves por la tarde a la ciudad de México para reunirse con el presidente Enrique Peña Nieto y miembros de la comunidad empresarial mexicana.
Desde que asumió el cargo en diciembre, Peña Nieto ha dado pasos a fin de moderar el extenso acceso que se le dio a las agencias de seguridad estadounidenses para ayudar a combatir el tráfico de drogas y el crimen organizado.
A pesar del claro enfoque en los temas de seguridad, los asesores de Obama dijeron que el presidente tratará de mostrar que los lazos entre ambos países son más grandes que la guerra contra las drogas que definió la relación en años recientes.
“La seguridad ha estado tan al frente de la discusión política de la relación entre México y Estados Unidos que se ha perdido en eso la enorme relación comercial entre los dos países”, dijo Ben Rhodes, asesor de Obama en seguridad nacional.
Se espera que Obama pida que ambos países profundicen sus lazos comerciales para promover la creación de empleos en ambos lados de la frontera. Sin embargo, no se prevé que anuncie ninguna nueva iniciativa económica.
México fue el segundo mercado más grande para las exportaciones estadounidenses en 2011, de acuerdo con la oficina de representación comercial de Estados Unidos. El comercio del país con México alcanzó los $500.000 millones 2011.