Moscú/Biskek. DPA. Rusia ya no descarta enviar tropas de paz para estabilizar el sur de la república de Kirguistán, afirmó ayer el jefe del Consejo de Seguridad ruso, Nikolai Patrushev.
Una alianza militar encabezada por Rusia ya elaboró un plan anticrisis para detener los choques entre uzbekos y kirguises, manifestó Patrushev.
El despliege de soldados de paz rusos solo será posible cuando el plan sea aprobado por países integrantes de la Organización para el Tratado de Seguridad Colectiva (OVKS), alianza militar de siete antiguas repúblicas soviéticas, creada en 1992, a instancias de Moscú.
La Alta Representante de la Unión Europea para la Política Exterior y la Seguridad Común, Catherine Ashton, describió la situación como “muy peligrosa”. “Ahora mismo, lo más importante es restablecer la calma en la región”, aseveró Ashton en Luxemburgo.
Por su parte, la Comisión Europea ofreció el envío de ayuda humanitaria a la zona de conflicto. Los ministros del Exterior del bloque, reunidos en Luxemburgo, declararon que el Ejecutivo europeo “tomará una decisión financiera de emergencia” al respecto, e insistieron en la necesidad de continuar el proceso de reformas democráticas en la región.
El sábado, el presidente ruso Dimitri Medvedev había rechazado la petición de la presidenta interina de Kirguistán, Rosa Otunbayeva, quien reclamó al Kremlin ayuda militar para sofocar los disturbios.
Según la agencia Interfax, el Presidente ruso apuntó que es necesario acabar con los enfrentamientos étnicos en Kirguistán tan pronto como sea posible.
Hasta ahora, Medvedev únicamente había enviado soldados al país centroasiático para proteger las bases rusas en el norte y se negó a enviar tropas para ayudar a restablecer el orden en el sur.