"No habrá un mandato (de las Naciones Unidas) para una intervención exterior en Siria, se lo puedo garantizar", declaró el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, en Astaná a la prensa en la capital de Kazajistán, a la que viajó acompañando al presidente Vladimir Putin.
"Hay partes en el conflicto, en particular en el extranjero el llamado Consejo Nacional Sirio (CNS), que no quieren negociaciones con el régimen sino la continuación de los combates armados hasta que el Consejo de Seguridad otorgue mandato para una intervención extranjera", acusó.
El CNS es la principal coalición de oposición.
Estas nuevas declaraciones de apoyo ruso al régimen sirio se producen cuando éste es acusado de haber cometido una nueva masacre que causó varias decenas de muertos en la región de Hama (centro).
Rusia ya bloqueó dos resoluciones en el Consejo de Seguridad de la ONU que condenaban la represión emprendida en Siria desde hace más de un año contra una revuelta popular.
Similar posición mantiene el gobierno chino. "Nos oponemos firmemente a una solución de la crisis siria mediante una intervención armada exterior o cualquier intento de promover un cambio de régimen por la fuerza", dijo a la Asamblea General el representante permanente de China ante Naciones Unidas, Li Baodong.
El funcionario sostiene que China "asumió una posición imparcial, justa y responsable" y quiere desempeñar "un papel positivo y constructivo para encontrar una solución pacífica y apropiada al tema sirio".
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