Nueva York
Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, que tienen derecho a veto, se reunieron este jueves para tratar la crisis provocada por el uso de armas químicas en Siria, pero no lograron avanzar, indicaron diplomáticos.
Los embajadores de los cinco países (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China) discutieron por segunda vez, durante 45 minutos, sobre la iniciativa británica que debe autorizar "todas las medidas necesarias en virtud del capítulo VII de la Carta de la ONU para proteger a los civiles de las armas químicas" en Siria.
Este capítulo prevé medidas coercitivas que pueden llegar hasta una intervención militar.
Ninguno de los diplomáticos, de Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Estados Unidos, hicieron comentarios a la prensa al término del encuentro.
"No hubo convergencia de puntos de vista" entre Moscú y los tres países (Estados Unidos, Francia y Reino Unido) que se preparan para una eventual operación militar, explica un diplomático cubierto por el anonimato. "Los rusos expusieron su punto de vista que no ha cambiado" y no se fijó ninguna fecha para una nueva reunión.
El embajador británico ante la ONU, Mark Lyall, había anunciado previamente que Rusia, principal aliado del presidente sirio Bashar al Asad, convocó la reunión.
Moscú y Pekín rechazaron varios proyectos de sanciones contra Damasco.
El régimen de Bashar al-Asad es acusado de haber empleado armas químicas, en un ataque que dejó 1.300 civiles muertos en las afueras de Damasco. El gobierno de Estados Unidos anunció este jueves que se reserva el derecho a actuar de forma unilateral en Siria sin esperar la decisión de la ONU o de aliados como Gran Bretaña.