Entre marchas en Wisconsin y el bloqueo demócrata en el Capitolio estatal a un polémico recorte de gastos, los legisladores republicanos anunciaron ayer que esta semana legislarán sin sus colegas del partido gobernante.
Hace nueve días, miles de trabajadores y estudiantes reclaman en las calles de Madison y frente al Capitolio de la ciudad desechar un proyecto de ley del nuevo gobernador republicano que, en aras del ahorro, suprime derechos laborales y sindicales.
De aprobarse, la propuesta de ley del gobernador Scott Walker eliminará convenios colectivos con los empleados públicos.
Walker argumenta que el plan prevendrá miles de despidos y saneará las cuentas del estado en el marco de una disputa que ha capturado la atención del país.
La pugna resuena en todo Estados Unidos porque si Walker triunfa en Wisconsin, otros gobernadores republicanos podrían intentar enfrentarse a poderosos sindicatos de empleados públicos para recortar los gastos en sus estados.
El presidente Barack Obama y otros políticos demócratas necesitarán el apoyo sindical en las elecciones del 2012 para contrarrestar el enorme flujo de fondos corporativos a campañas políticas que una decisión de la Corte Suprema autorizó el año pasado.
Además, como telón de fondo al pulso en Wisconsin, el sábado la Cámara de Representantes de EE. UU., controlada por republicanos, acordó recortar $61.000 millones del gasto público en el nuevo plan de presupuesto nacional.
La aprobación de ese acuerdo presagia una dura batalla política en el Senado, de mayoría demócrata, y con el gobierno de Obama.
La propuesta de Walker debió votarse el jueves anterior, pero 14 legisladores demócratas de la legislatura estatal se trasladaron al vecino estado de Illinois para impedir el quórum necesario para votar.
Ante este bloqueo, los republicanos en Wisconsin decidieron ayer presionar a sus colegas demócratas, al discutir temas rutinarios como desgravaciones fiscales a los productores de leche y una resolución que elogia el equipo de futbol americano Green Bay Packers por su victoria de Super Bowl.
Empero, el líder mayoritario en el Senado estatal, Scott Fitzgerald, adelantó que legislación más sensible podría entrar a discutirse esta semana como un proyecto de ley sobre identificación de votantes que tiene una fuerte oposición de los demócratas. Pese a esta nueva y curiosa táctica republicana, la pugna en Wisconsin está lejos de superarse. La prensa estadounidense reflejó ayer que cada parte mantiene su falta de voluntad y compromiso sobre los elementos más conflictivos del proyecto; los demócratas acusan a los republicanos de negarse a negociar y los republicanos que señalan a los demócratas de eludir sus obligaciones.
Al continuar esta segunda semana de contienda, miles de personas soportaron vientos y bajas temperaturas para marchar de nuevo en Madison. Las protestas tocaron uno de sus puntos altos el sábado cuando 68.000 personas se concentraron ante el Capitolio.