Washington EFE. Los republicanos de la Cámara de Representantes de EE. UU. renovaron ayer su promesa de corregir la agenda reformista de la Casa Blanca, incluyendo la anulación de la reforma a la salud, convencidos de que su “barrida” electoral es un mandato de los votantes.
El legislador republicano de Ohio, John Boehner, quien se perfila como el próximo presidente de la Cámara de Representantes –desbancando a la demócrata Nancy Pelosi–, dejó en claro que su partido tocará el “botón de reinicio” en la agenda de los próximos dos años.
En declaraciones televisivas, Boehner renovó su promesa de desmantelar la “monstruosa” reforma a la salud que, a su juicio, eliminará empleos y arruinará el sistema actual de cuidado médico.
Durante una rueda de prensa, Boehner aseguró que la victoria republicana fue un mandato de los votantes para corregir la marcha de EE. UU. y un claro rechazo a la agenda de Obama y de los demócratas.
El líder de la oposición en el Senado, Mitch McConnell, dijo que “cuando se ignora a los votantes y sus deseos –como sucedió estos dos años–, eso produce resultados predecibles”.
Boehner se comprometió con Obama a trabajar juntos, pero enfatizó que las prioridades republicanas incluirán el recorte de gastos, la creación de empleos y la reducción de la intervención del Gobierno.