Washington. AFP. El Partido Republicano anunció ayer una amplia revisión de su estrategia política tras la derrota en las últimas elecciones presidenciales en Estados Unidos y, como una de sus primeras medidas, anunció, oficialmente, que apoya una reforma migratoria integral.
“Tenemos que hacer campaña entre los hispanos, los negros, los asiáticos y los homosexuales para demostrarles que también nos interesamos por ellos”, puntualizó el informe, en el que la palabras “hispano” aparece 99 veces a lo largo de 100 páginas.
Elaborado durante tres meses, tras hablar con más de 50.000 personas, el informe de la cúpula republicana anunció la creación de un director político para todas las minorías del país a partir del 1.º de mayo, la creación de departamentos de comunicación específicos y contactos regulares con las principales organizaciones hispanas.
“Entre los pasos que los republicanos vayan a tomar ante la comunidad hispana, debemos asumir y defender una reforma migratoria integral”, explicó el texto.
“Si no lo hacemos, el atractivo hacia nuestro partido continuará reduciéndose y nos quedaremos con tan solo un núcleo tradicional de electores que no serán suficientes para ganar las elecciones del futuro”, advirtió, en rueda de prensa, Zori Fonalledas, republicana de Puerto Rico y una de las corresponsables del informe.
Para 2050, los blancos dejarán de ser mayoría en Estados Unidos, y los latinos ya son actualmente la primera minoría del país.
La preferencia de los hispanos por el presidente Barack Obama se incrementó en las elecciones de noviembre: un 71% votó por el demócrata . Además, unos 12 millones de hispanos acudieron a las urnas, de nuevo un número récord.
El Partido Demócrata ha desarrollado, en los últimos años, una potente maquinaria electoral que incluye una base de datos de millones de votantes a partir de su origen, zona geográfica o preferencias, que fue determinante en las últimas elecciones.
Los republicanos quieren imitar ese esfuerzo, construir su propia base de datos e, incluso, anunciaron que establecerán una oficina especial en el Silicon Valley californiano, sito al sur de San Francisco.
Sin embargo, el partido no quiere olvidar su mensaje tradicional: libre empresa, individualismo, religión y valores familiares, que considera sigue siendo válido en los Estados Unidos.