“Hoy lo estamos viendo, estamos viéndolo con el caso de Italia. Cuando surgen dudas sobre la estabilidad política de un país próximo a nosotros, como es Italia, inmediatamente nos contagia”, reconoció el ministro de Economía español, Luis de Guindos, en declaraciones a Radio Nacional de España.
Tras el anuncio el sábado por Monti de su intención “irrevocable” de dimitir una vez aprobados los presupuestos italianos, la presión de los mercados creció de nuevo sobre España, cuarta economía de la eurozona.
El lunes por la mañana, el país debía pagar 5,616% para financiarse a diez años y su prima de riesgo –la diferencia entre el interés exigido a España por el bono a diez años y lo que paga Alemania– subía a 430 puntos frente a los 412 del viernes.
Después de superar los 600 puntos este verano boreal, la prima de riesgo española se había relajado luego del anuncio en agosto, por el Banco Central Europeo (BCE), de un programa de compra de deuda de los países más débiles, que se cuentan ellos España e Italia.