Sin embargo, ayer reinaba la confusión sobre el paradero de la periodista francesa Edith Bouvier.
Conroy, quien colabora con el
Conroy y Bouvier resultaron heridos el 22 de febrero en un bombardeo en el que murieron la periodista del
El fotógrafo británico, de 47 años y con tres hijos, y Edith Bouvier, de 31 años y reportera del diario francés
La evacuación de Conroy fue confirmada por el
Pero en el caso de Bouvier, la situación seguía siendo incierta.
El presidente francés, Nicolás Sarkozy, corrigió ayer una declaración anterior en la que afirmó que Bouvier había llegado a territorio libanés, e indicó que “no está confirmado que esté hoy (ayer) en seguridad en el Líbano”.
En el terreno, la violencia continuó en todo el país, causando 31 muertos, de los cuales seis fueron soldados, sobre todo en Homs, donde el barrio rebelde de Baba Amr viene siendo atacado desde el 4 de febrero por fuerzas del régimen.
El balance de víctimas en Siria es “seguramente de más de 7.500 muertos”, declaró Lynn Pascoe, secretario general adjunto de la ONU para los Asuntos Políticos, al mismo tiempo que reconocía que no podían “dar cifras precisas”.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo ayer que existían “argumentos” suficientes para perseguir al presidente sirio, Bashar al-Asad, como criminal de guerra.
“También, pienso, a raíz de mi larga experiencia, que ello puede complicar la solución de una situación difícil y compleja, porque limita las alternativas para persuadir a los dirigentes de que abandonen el poder”, dijo Clinton durante una audiencia en el Senado de EUA.
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, exigió por su lado un “alto el fuego humanitario inmediato”, ante miembros del Consejo de los Derechos Humanos en Ginebra, que debate una resolución en la que se pide al Gobierno sirio que autorice un “acceso libre y sin trabas” a la ONU y a las organizaciones humanitarias.
La delegación siria abandonó la sala, y dijo que “se retiraba”.