BEIRUT. AP. Fuertes combates estallaron ayer en Damasco, donde fuerzas del Gobierno trataban de contener un nuevo empuje rebelde para llevar la guerra al corazón de la capital, dijeron activistas.
En otras partes, el estallido de un coche bomba mató al menos a 19 agentes de seguridad.
Los enfrentamientos en Damasco eran los más violentos en la capital en varias semanas. El ruido de tiroteos y cañoneos de las tropas gubernamentales contra áreas en poder rebelde podía escucharse en la mayoría de los barrios. Videos de activistas colocados en Internet mostraron explosiones en áreas rebeldes al este de la ciudad, que estaban cubiertas de humo.
El Gobierno bloqueó el tráfico en una intersección clave en el nordeste de la ciudad y en varias rutas de los alrededores.
En Damasco no ha habido el mismo nivel de violencia que en otros centros urbanos del país, como Alepo y Homs, donde vecindarios enteros han sido destruidos. Aunque el Gobierno ha perdido el control de zonas de esas ciudades, mantiene un fuerte control sobre la capital, a pesar de los intentos de los rebeldes de tomar la ciudad desde zonas en las afueras.
Gran parte de los combates del miércoles se centraron en el barrio nororiental de Jobar, que es dividido por la carretera periférica de Damasco. Los rebeldes, que controlan el área al este de la carretera, lanzaron ataques contra retenes del Ejército en la parte occidental, controlada por el Gobierno, en un esfuerzo para capturar la vía, una de las más importantes en la capital.
Rami Abdul-Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, dijo ayer que los ataques artilleros contra Jobar y Qaboun son parte de una ofensiva más amplia del Gobierno contra poblados y villas cerca de la capital que la oposición controla desde el comienzo del levantamiento contra l-Asad en marzo de 2011.