Libyan rebel fighters prepare to shoot towards pro-Gadhafi forces during fighting in downtown Tripoli, LIbya, Monday, Aug. 22, 2011. Libyan rebels claimed to be in control of most of the Libyan capital on Monday after their lightning advance on Tripoli heralded the fall of Moammar Gadhafi's nearly 42-year regime. Scattered battles erupted, and the mercurial leader's whereabouts remained unknown. (AP Photo/Sergey Ponomarev) (Sergey Ponomarev)
Mustafá Abdeljalil, jefe del Consejo Nacional de Transición (CNT), órgano político de la rebelión en Libia, expresó que espera su captura vivo con tal de que pueda tener un “juicio justo”.
Desde Bengasi, Abdeljalil declaró ignorar dónde estaba Gadafi e indicó que algunos sectores de la capital apun no estaban bajo control de la insurgencia, incluido el de Bab al Aziziya, donde está el cuartel general de Gadafi.
Abdeljalil confirmó que dos hijos del coronel libio, Mohamed y Saif al Islam estaban “en buenas manos y bajo control de nuestros revolucionarios”.
No obstante, horas luego de esta declaración, medios de prensa extranjeros confirmaron que ambos seguían libres, pero recluidos en las zonas residenciales donde aún los opositores no llegaban.
En medio de la euforia contenida de la población, Abdeljalil hizo un llamado a la calma y pidió a los militares insurgentes que mantengan la calma, que eviten actos de venganza contra sus enemigos políticos y llamó a que prevalezca la razón y el sentido común.
Asimismo, envió un mensaje a la comunidad internacional al decir que comenzó la caída del dictador e insistió en el deseo de una transición a la democracia.
En este sentido, Abdeljalil también se comprometió a que las autoridades que sean elegidas para dirigir Libia respetarán los derechos civiles internos y las leyes y normas internacionales.
Igualmente afirmó que se preservarán los intereses de países occidentales que los han ayudado.
Sin embargo, Abdel Monein al Honi, otro integrante del CNT, advirtió que su país no permitirá bases militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tras el triunfo rebelde.
Desde Londres, el primer ministro británico, David Cameron, anunció que los bienes libios congelados iban a ser liberados dentro de poco para ayudar a los rebeldes a restablecer el orden en el país.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, dijo que “el problema de Libia está llegando a su conclusión” y expresó la disposición de su país a colaborar con la transición política que se aproxima.
Mientras, en Trípoli, los rebeldes llegaron a la plaza Verde, lugar simbólico donde los partidarios del régimen solían reunirse, y la rebautizaron plaza de los Mártires.
Además, la rebelión tomó control en la capital de los locales de la televisión estatal, que dejó de emitir en el curso del día.
“Todas las cadenas de televisión estatal dejaron de emitir en Trípoli. Nuestros combatientes ingresaron en sus locales y tomaron el control”, declaró Mohamed Zawiwa, vocero militar de los opositores.
Entretanto, la capital registró enfrentamientos intermitentes en varios barrios del centro; en especial del lado del puerto.
Según un portavoz del Pentágono, Gadafi todavía está en Libia. “Pensamos que sigue en el país. No tenemos informaciones de que haya abandonado el país”, declaró el coronel David Lapan.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, llamó ayer a celebrar esta semana una cumbre sobre Libia a la que fueron convocados los líderes de la Unión Africana, la Liga Árabe y otras organizaciones regionales.
“Este es un momento esperanzador, pero hay riesgos”, enfatizó Ban tras anunciar la convocatoria de la cumbre y ofrecer la ayuda de la ONU para la transición en Libia.
“La comunidad internacional continuará haciendo su parte para proteger a los civiles de daños”, expresó Ban.