Los aeropuertos de Londres –entre los más transitados en Europa y un importante punto de tránsito en el mundo– casi seguramente seguirán cerrados hasta hoy, miércoles, y meteorólogos dijeron que podrían darse nuevos retrasos si la densa nube de cenizas permanecía sobre el país.
El espacio aéreo en Alemania seguía cerrado oficialmente hasta las 8:00 p. m. (18:00 GMT), pero fueron permitidos unos pocos vuelos a baja altura.
Pero, aun así, fue el primer día desde la erupción del miércoles pasado del volcán Eyjafjalla en Islandia en que los viajeros tuvieron un atisbo de esperanza.
Aplausos, ovaciones y exclamaciones de felicidad se escucharon desde Nueva York hasta Asia al reanudarse varios vuelos después de cinco días de parálisis.
“Todo el mundo estaba gritando de felicidad en el avión”, dijo Savvas Toumarides, de Chipre, que finalmente llegó a Nueva York luego de quedar varado en Ámsterdam cinco días y perderse la boda de su hermana. Dijo que lo peor fue esperar y esperar y no saber.
La agencia de tráfico aéreo Eurocontrol en Bruselas dijo que esperaba que entre 55% y 60% de los vuelos programados en Europa operarían ayer, una mejoría notable. A media mañana, 10.000 de los 27.500 vuelos diarios de Europa estaban listos para salir.
“La situación hoy (ayer) está mucho mejor”, aseveró Brian Flynn, subjefe de operaciones de la agencia europea con sede en Bruselas. “El panorama es que poco a poco los vuelos regulares irán normalizándose en los próximos días”.
Aun así, un grupo de pilotos advirtió que los residuos de ceniza siguen siendo un peligro y los meteorólogos aseveraron que el volcán de Islandia sigue activo, lo cual provocaría más interrupciones.
Varios aeropuertos que han sido calderas de ansiedad, enojo y privación de sueño, presentaron ayer escenas de alivio colectivo.
Los tableros en el aeropuerto Charles de Gaulle de París anunciaban vuelos de larga distancia, los cuales habían sido marcados con letreros rojos de “cancelado” por cinco días. Ahora exhibían las letras blancas “a tiempo” y el primer vuelo comercial que salió desde el jueves se dirigió al aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York. Allí aterrizó el primer vuelo desde Ámsterdam el lunes por la noche.
Los vuelos fueron reanudados en Escocia, y Suiza reabrió todo su espacio aéreo.
Varios aeropuertos en Europa central y Escandinavia han reabierto. España se ofreció para recibir viajeros transcontinentales y preparó autobuses, trenes y barcos para manejar una esperada saturación de pasajeros.
Los barcos en todo el continente estaban tan saturados que la línea Viking Line entre Finlandia y Suecia abrió sus salones de conferencias para que la gente pudiera dormir en el piso.