Moscú. EFE. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, promulgó ayer la controvertida ley que endurece las multas en los mítines políticos y actos públicos, tras lo que, según la oposición, será imposible manifestarse pacíficamente en Rusia.
“Al autorizar los mítines y actos públicos, la sociedad debe protegerse a sí misma del radicalismo”, afirmó Putin, citado por las agencias rusas.
Putin negó que la ley aprobada esta semana por ambas cámaras del Parlamento ruso y criticada por la oposición y activistas de derechos humanos, sea más restrictiva que las vigentes en otros países europeos.
“Al comparar esta ley con actas similares de países europeos como Alemania, Italia, España, Reino Unido y Francia, la nuestra no contiene ni una cláusula que sea más severa que las medidas contempladas por esas legislaciones”, dijo.
El líder ruso, quien no descartó que en un futuro pueda remitir la ley de nuevo a la Duma para introducir enmiendas, reconoció que algunas figuras de la sociedad rusa le habrían expresado su inquietud por la posible restricción de la libertad de manifestación.
Al respecto, Putin dijo que el cumplimiento de las leyes “no debe restringir de ninguna manera los derechos de los ciudadanos a expresar libremente sus opiniones sobre cualquier asunto”.
La nueva ley estipula unas multas máximas de hasta 300.000 rublos (casi $10.000) para personas físicas que infrinjan las normas. En el caso de cargos públicos, la multa máxima será de hasta 600.000 rublos (unos $18.000), mientras las personas jurídicas pagarían hasta un millón ($30.000). La prisa del partido Rusia Unida para aprobar las nuevas medidas administrativas obedece a una multitudinaria protesta convocada por la oposición para el Día de Rusia, el 12 de junio.
La ley entrará en vigor hoy al ser publicada por el diario oficial.