Saná. AFP El presidente de Yemen, Alí Abdalá Saleh, rechazó ayer una oferta de mediación de las monarquías árabes del Golfo en una breve intervención ante miles de seguidores en Saná, según la televisión estatal.
“Es una injerencia flagrante en los asuntos internos de Yemen”, denunció Saleh, en el poder desde hace 32 años y enfrentado, desde finales de enero, con un movimiento de protesta sin precedentes que pide su renuncia inmediata.
El Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que agrupa a las seis monarquías árabes de la región, propuso una mediación que prevé sustituir a Saleh al frente del Estado por el vicepresidente Abed Rabo Mansur.
“Nacimos libres y somos libres de decidir”, agregó Saleh, quien se declara dispuesto a ceder el puesto pero en el marco de una transición ordenada antes del comienzo de 2012.
“Los otros deben respetarnos. Rechazamos todas las conspiraciones contra la democracia, la Constitución y la libertad”, insistió el jefe del Estado, muy aislado tras perder el apoyo en las últimas semanas de una parte de las Fuerzas Armadas y de jefes tribales y religiosos.
Entre tanto, las fuerzas del orden mataron ayer a dos manifestantes en la ciudad de Taiz, al sur de Saná, e hirieron a varias decenas más, afirmó un testigo.
“Dos manifestantes murieron baleados y sus cadáveres fueron transportados al hospital Safwa”, dijo ese testigo, tras confirmar que decenas de manifestantes más habían sido heridos de bala o con gases.