Dijeron que las autoridades están cambiando las señalización de los vecindarios para confundir a los observadores, llevándolos a áreas leales al régimen y han pintado vehículos militares para hacerlos pasar como de la policía, con tal de asegurar que ha retirado al ejército de las regiones álgidas.
Las acusaciones se dieron hoy por parte de Rami Abdul-Rahman del Observatorio de Derechos Humanos en Siria, con sede en Gran Bretaña, y por parte del activista sirio Mustafá Osso.
Unos 100 observadores de la Liga Árabes llegaron la semana pasada a Siria, pero la violencia ha continuado.
La Organización de Naciones Unidas calcula que más de 5.000 personas han muerto en los nueve meses de ataques contra los manifestantes en contra del gobierno.