Acusaciones casi idénticas ya habían sido lanzadas por el primer ministro, Vladimir Putin, en momentos en que la oposición prepara una enorme protesta en Moscú.
Las elecciones legislativas suscitaron una oleada de manifestaciones sin precedentes en el país desde la década de 1990, en la que la oposición denuncia fraudes generalizados en beneficio del partido en el gobierno, Rusia Unida, para mantener la mayoría absoluta en la Duma (cámara baja).
Medvedev anunció el retorno de la elección directa de los gobernadores de regiones (que son nombrados por el Kremlin desde el 2004), una simplificación de las reglas de registro de partidos políticos y la reducción de dos millones a 300.000 en el número de firmas de electores para registrar una candidatura presidencial. También propuso la creación de una nueva cadena pública de televisión.