El político radical, que según un rabino húngaro atraviesa un “camino de aprendizaje”, anunció recientemente que visitará los campos de exterminio de Auschwitz, donde estuvo deportada su abuela a fines de la II Guerra Mundial.
En los últimos años, Szegedi, como eurodiputado y una de las figuras destacadas del Jobbik, sostuvo de forma reiterada en sus discursos y entrevistas que Israel y los judíos “compran Hungría” y que “los artistas judíos difaman los símbolos nacionales del país”.
El político descubrió hace poco sus orígenes judíos y que su abuela materna fue deportada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial a los campos de exterminio de Auschwitz y Dachau.
Desde junio han circulado en la prensa húngara rumores sobre sus orígenes judíos, supuestamente a raíz de informaciones que empezaron a salir como consecuencia de los conflictos internos del partido.
A pesar de que Szegedi aseguró que la cinta fue manipulada, los dirigentes del partido le instaron a dimitir, pues aunque afirmaron que “pese a sus orígenes le hemos considerado como un amigo”, opinan que es difícil de creer que el político desconociera sus orígenes.
El Jobbik pidió que Szegedi devuelva su escaño en el Parlamento Europeo. El político se negó a hacerlo, pero abandonó el partido.
“Me senté con mi abuela y tuvimos una larga charla... en la que supe que es judía”, relató en una entrevista. “ Lo que importa es cómo se relaciona uno con la hungaridad. No soy y no he sido antisemita”, afirmó. El político fue en el 2007 uno de los fundadores del brazo paramilitar del Jobbik, la Guardia Húngara, ilegalizada dos años después por atemorizar a los gitanos y otras minorías.