Salvador de Bahía, Brasil. AFP. Más de 200 policías en huelga desocuparon pacíficamente ayer la Asamblea Legislativa de Bahía, donde se hallaban amotinados desde hace nueve días. Su líder, Marco Prisco, fue arrestado, afirmó Robinson Almeida, portavoz del gobierno estatal.
“La asamblea fue desocupada ahora al inicio de la mañana. Los que tenían mandato de prisión, fueron detenidos. El líder Marco Prisco fue detenido. Ellos se rindieron, salieron”, precisó.
Aun así, los policías aseguran que por ahora la huelga sigue.
“La huelga continúa. La sociedad no puede abandonar sus derechos”, dijo Ricardo Amando de Quirinos, uno de los policías que ocupó el edificio y ahora se halla reunido con decenas de uniformados en un gimnasio de Salvador, una de las 12 ciudades sedes de la Copa del Mundo de Futbol de 2014.
“La gobernación entiende que la huelga acabó”, aunque la decisión aún debe ser formalizada, sostuvo a su vez el gobierno de Bahía.
Desde el inicio de la manifestación, se registró en Bahía una ola de violencia que dejó más de 120 muertos, más del doble del promedio habitual, sobre todo en Salvador, la tercera ciudad de Brasil.
En Río de Janeiro, en tanto, la Asamblea Legislativa estatal aprobó un aumento de sueldos de policías militares, bomberos y guardias carcelarios de ese estado, frente al temor de una huelga justo a una semana del carnaval.
Los policías militares y bomberos de Río tenían previsto decidir anoche en una asamblea si aceptan el aumento o iban a huelga.
Mientras, las autoridades emitieron órdenes de arresto contra Prisco, militante del partido PSDB (opositor al gobernador de Bahía) y otros once policías. Al menos cuatro ya han sido detenidos.
Los agentes en huelga exigen un aumento de salario y amnistía para sus 12 líderes. El gobierno de Bahía aceptó el alza salarial de forma progresiva, pero rechaza el indulto de los líderes y de otros policías que hayan violado la ley.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, criticó la huelga en Bahía y rechazó una amnistía a quienes hicieron actos “contra las personas y el orden público”.
“En una democracia son legítimas las reivindicaciones, pero hay formas de reivindicar. No considero que el aumento de los homicidios en las calles, quemar autobuses, entrar encapuchados en buses, sea una forma correcta de protestar”, afirmó Rousseff.
El Gobierno y el gobernador de Bahía, Jacques Wagner, acusan a los policías huelguistas de actos violentos y sembrar el pánico en la población para obtener sus metas en vísperas del carnaval que atrae a millones de personas.