Lima (DPA). Perú tendrá en uno o dos años una cárcel privada piloto, para lo cual ya abrió la licitación respectiva, informó hoy en Lima el ministro de Justicia, Víctor García Toma.
La cárcel estará en la ciudad costera de Huaral, próxima a Lima, y en principio tendrá capacidad para unos 1.500 presos, todos ellos jóvenes y primarios, dijo García Toma en un encuentro con corresponsales extranjeros.
La firma que gane la licitación administrará el penal y recibirá a cambio partidas presupuestales del Estado, además de lo que capte por los trabajos de los presos -a quienes se les remunerará por sus labores-, indicó el ministro respecto a la experiencia que no tiene antecedentes en el país.
El viceministro de Justicia, Luis Maril del Águila, dijo que la experiencia se trabaja según el modelo de Chile, que ya introdujo ese tipo de penitenciarías. Una de las piedras fundamentales de la experiencia será los talleres que le permitan al reo capacitarse para su vida en libertad.
La prueba piloto de privatización hace parte de un conjunto de medidas adoptadas por el gobierno para superar el hacinamiento en las cárceles, las que además incluyen la construcción de tres nuevas penitenciarías, la conmutación de penas en casos determinados, la repatriación de internos extranjeros y la agilización de los procedimientos judiciales.
Maril del Águila puso como ejemplo de éste último drama lo que ocurre en la cárcel limeña Lurigancho, donde sólo unos 1.500 de los cerca de 9.000 presos están sentenciados. Igual sucede en todos los penales del país, en los que hay en conjunto alrededor de 40.000 personas.