México. AP. El presidente Enrique Peña Nieto logró en los primeros 100 días de su mandato cambiar la percepción de la situación del país y se afianzó en el poder ante la opinión pública asestando sorpresivamente algunos golpes mediáticos.
Un pacto político con la oposición, la detención de la poderosa lideresa del sindicato de maestros y el cambio de discurso en materia de violencia y seguridad marcaron el inicio de la administración del PRI, que regresó al poder después de 12 años de gobiernos del Partido de Acción Nacional (PAN).
Desde que tomó posesión el 1.° de diciembre, la imagen y aprobación de su administración mejora progresivamente. Según una encuesta independiente de la empresa Parametría, la administración de Peña Nieto tiene 59% de aprobación. “ Luego de una contienda presidencial donde las campañas de manera inevitable llevan un nivel de desgaste, su imagen ha subido casi 30 puntos porcentuales”, reportó la encuestadora.
Ayer, reunido con su gabinete y cientos de invitados en el Palacio Nacional, Peña Nieto hizo su propio balance de los primeros cien días como presidente y afirmó que ya logró avances. Prometió transformar el país a fondo.
En tono triunfalista, Peña Nieto dijo que su administración no bajará el ritmo. “Nos hemos propuesto mover a México para llevarlo al lugar que se merece, la intensidad no será pasajera. Es el ritmo de trabajo que se mantendrá. No venimos solo a gobernar sino a transformar”.
Peña Nieto recibió el poder de manos del panista Felipe Calderón Hinojosa, cuya administración lanzó la llamada guerra contra el narcotráfico, que dejó decenas de miles de muertos y la imagen al exterior de un país inmerso en la violencia.
Un día después de tomar posesión, Peña Nieto firmó un acuerdo con los líderes de los dos partidos de oposición más importantes. El Pacto por México entre otras cosas los compromete a aprobar reformas legislativas en diversas áreas, algo que no se había visto en las últimas presidencias.