Londres
La Corte Suprema británica rechazó este martes la apelación del gobierno y dictaminó que el Parlamento tiene que dar luz verde al inicio del "divorcio" con la Unión Europea (UE).
"La Corte Suprema dicta que el gobierno no puede activar el artículo 50 (del Tratado europeo de Lisboa) sin una ley del Parlamento autorizándolo", afirmaron los jueces, quienes rechazaron --en cambio-- que Escocia, Gales e Irlanda del Norte puedan vetar, como pretendían, la ruptura con Bruselas.
Los demandantes que habían llevado el caso a los tribunales saludaron el pronunciamiento como "una victoria para la democracia y el Estado de derecho", dijo uno de sus abogados, David Greene.
Brexit es irreversible. Para cumplir con el fallo, el gobierno presentará "en unos días" un proyecto de ley para iniciar la separación,puntualizó en el Parlamento el ministro a cargo de la ruptura, David Davis, quien aclaró que no habrá marcha atrás al brexit.
El proyecto "será adoptado a tiempo" para lanzar el proceso de ruptura en marzo como muy tarde, como había prometido la primera ministra Theresa May, agregó Davis,
También advirtió de que el brexit es irreversible. "No hay vuelta atrás", reiteró. "El punto de no retorno se superó el 23 de junio del año pasado", fecha del referendo en el cual el 51% de los británicos dio la espalda a la UE.
May prometió activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa en marzo como muy tarde, dando pie a dos años de negociaciones para acordar los términos del divorcio, y este martes reiteró que los plazos se mantienen.
"Los británicos votaron a favor de abandonar la UE, y el gobierno ejecutará este veredicto, activando el artículo 50 como estaba planeado, a finales de marzo. La sentencia de hoy no cambia esto", manifestó un portavoz de la primer ministra.
No se espera que el Parlamento --donde priman los proeuropeos-- impida la activación del artículo 50 porque sería visto como una bofetada a la voluntad popular en la consulta.
Los problemas para el gobierno podrían surgir más adelante, si los diputados reclaman voz y voto sobre los términos de la separación, en un momento en que la sociedad está dividida entre romper del todo con la UE para controlar la inmigración o seguir en el mercado único.
El líder laborista, Jeremy Corbyn, prometió que no entorpecerían el inicio de las negociaciones, pero que se reservan la posibilidad de presentar enmiendas.
El arrinconamiento de Escocia, Gales e Irlanda del Norte irritó a los nacionalistas escoceses. La jefa del Gobierno regional, Nicola Sturgeon, independentista, sostuvo que "cada vez está más claro que la voz de Escocia no se oye ni se escucha en el Reino Unido".
Ante eso, Sturgeon advirtió dev que los escoceses deben plantearse la independencia. "¿Está Escocia satisfecha con que nuestro futuro lo dicte un gobierno conservador cada vez más de derechas que solo tiene un diputado regional, o es mejor que asumamos el control de nuestro futuro? Es un dilema al que Escocia tiene que responder".
Voz de la demanda. La principal demandante en el caso, Gina Miller, directora de un fondo de inversiones y quien se ha convertido en el blanco favorito de los insultos de los partidarios del brexit, saludó la resolución judicial, que es una victoria personal.
"Solo el Parlamento puede acordar derechos a los británicos y solo el Parlamento puede retirárselos", declaró Miller a la prensa ante el Tribunal Supremo.
"La sentencia de hoy (marets) significa que los diputados que nosotros elegimos tendrán la oportunidad de aportar su valiosa experiencia para ayudar al gobierno a elegir el mejor desenlace para las negociaciones".