Pope Benedict XVI and Cuban President Raul Castro (R) walk upon arrival to Antonio Macedo airport, in Santiago de Cuba, 915 km southeast of Havana on March 26, 2012. After a three-day visit to Mexico, Benedict XVI arrived in Cuba hoping to boost the Catholic Church's special dialogue with the Communist regime, as dissidents said a wave of arrests aimed to thwart demonstrations. AFP PHOTO/Rodrigo ARANGUA (RODRIGO ARANGUA)
El Pontífice, quien arribó a Cuba procedente de México, también los exhortó a que den vigor a la fe y apelen a las armas de la paz, el perdón y la comprensión.
El llamamiento lo hizo en la homilía de la misa que ofició en la plaza Antonio Maceo, de Santiago de Cuba, donde se congregaron varias decenas de millares de cubanos venidos de todo el país y del extranjero.
“Queridos hermanos: ante la mirada de la Virgen de la Caridad del Cobre, deseo hacer un llamado para que den nuevo vigor a su fe, para que vivan de Cristo y para Cristo, y con las armas de la paz, el perdón y la comprensión, luchen para construir una sociedad abierta y renovada, una sociedad mejor, más digna del hombre, que refleje más la bondad de Dios”.
Solicitó la ayuda del obispo de Roma para que el pueblo cubano busque la solución a los problemas nacionales por medio de “la misericordia, el diálogo, el respeto y la reconciliación”.
“Somos un pueblo mestizo, de culturas y orígenes diversos (...)”, enfatizó el prelado. “ Llevamos con orgullo el nombre de cubano, recelamos de toda injerencia en nuestros asuntos y nos sentimos comprometidos en lograr , con esperanza y decisión, una república próspera, incluyente y participativa”.
Benedicto XVI defendió la dignidad del ser humano y puntualizó que Dios “ha encomendado a la familia fundada en el matrimonio la altísima misión de ser célula fundamental de la sociedad y verdadera Iglesia doméstica ” .
El Papa tuvo palabras de aliento para la Iglesia local y destacó “con cuánto esfuerzo, audacia y abnegación” trabaja cada día “para que, en las circunstancias concretas de su país, refleje cada vez más su verdadero rostro “como lugar en el que Dios se acerca y se encuentra con los hombres ” .
”Vengo a Cuba como peregrino de la caridad –añadió– para confirmar a mis hermanos en la fe y alentarles en la esperanza, que nace de la presencia del amor de Dios en nuestras vidas”.
El presidente Raúl Castro, quien lo esperó, le manifestó que “Cuba lo recibe con afecto y respeto y se siente honrada con su presencia”. Afirmó que hallará a un pueblo “solidario e instruido”, que lucha por su independencia, la justicia y la libertad.
Tras esa ceremonia, Benedicto XVI se desplazó desde el aeropuerto hasta el Arzobispado a bordo de un papamóvil mientras miles de personas lo saludaban a ambos lados de la vía.
“Es un momento emocionante para mí”, dijo con los ojos húmedos Irena Abreu, de 26 años.
“El pueblo cubano lo necesita”, declaró Jorgelina Guevara, ama de casa, de 59 años. “Él es el vicario de Cristo”.
Las autoridades permitieron que la gente se ausentara por varias horas de sus trabajos.