Bishop Guido Marini, right, and an unidentified master of ceremonies adjust Pope Benedict XVI's robe during the Ash Wednesday mass in St. Peter's Basilica at the Vatican, Wednesday, Feb. 13, 2013. Ash Wednesday marks the beginning of Lent, a solemn period of 40 days of prayer and self-denial leading up to Easter. Pope Benedict XVI told thousands of faithful Wednesday that he was resigning for "the good of the church", an extraordinary scene of a pope explaining himself to his flock that unfolded in his first appearance since dropping the bombshell announcement. (AP Photo/Gregorio Borgia) (Gregorio Borgia)
Ciudad del Vaticano. AFP, EFE. El papa Benedicto XVI condenó ayer con severidad los males que aquejan a la Iglesia, como la hipocresía y sus divisiones internas, en su última homilía antes de hacer efectiva, el 28 de febrero, su renuncia .
El Pontífice, quien vestía la casulla violeta de la temporada de Cuaresma, pronunció sus duras críticas durante la misa solemne del Miércoles de Ceniza en la basílica de San Pedro, ante numerosos cardenales, obispos y miembros del cuerpo diplomático.
La Iglesia “está en ocasiones desfigurada” por “las divisiones dentro del cuerpo eclesiástico”, manifestó.
El Papa alemán lamentó igualmente la “hipocresía religiosa”, así como “el comportamiento de los que aparentan” y las actitudes que buscan ante todo “los aplausos y la aprobación”, y exhortó a superar “el individualismo y las rivalidades”.
Al término de la larga misa, el cardenal Tarcisio Bertone, número dos del Vaticano y mano derecha de Benedicto XVI, rindió, en nombre de la Curia, un homenaje al primer Papa que renuncia en los últimos 600 años.
"¡Gracias!, gracias por su fuerza, su humildad y gran coraje demostrado durante su pontificado”, le expresó.
Como gesto de admiración, Bertone besó el anillo papal y se quitó la birreta cardenalicia, acto copiado por todos los purpurados presentes, lo que causó una larga ovación de los asistentes.
En la mañana, en su primera aparición pública tras su renuncia, el Papa, quien asumió su pontificado en abril del 2005, explicó a los peregrinos de todo el mundo que deja el trono de Pedro “por el bien de la Iglesia” y pidió orar por su sucesor, quien será elegido en un cónclave en marzo.
Visiblemente emocionado, Benedicto XVI admitió ser “profundamente consciente de la gravedad de tal gesto”, pero reiteró “no tener ya la capacidad de ejercer el ministerio petrino con el vigor que el mismo requiere” .
Pugnas internas. Las alusiones del Papa a las divisiones internas en el clero podrían tener relación con la que, según la revista italiana Panorama , es la razón de fondo de su renuncia: la “fuerte resistencia” en la Curia romana (gobierno) a las medidas de transparencia que Benedicto XVI había pedido.
Ese medio informa en su edición de hoy, jueves, de que el Pontífice decidió dejar el cargo después del escándalo Vatileaks (fuga de documentos oficiales del Vaticano).
Agregó que el 17 de diciembre Benedicto XVI recibió a los tres cardenales que nombró para investigar la fuga de sus documentos.
Ellos le presentaron un amplio volumen lleno de documentación, entrevistas e interrogatorios, que desvelaban una “extendida resistencia en la Curia al cambio y muchos obstáculos a las acciones pedidas por el Papa para promover la transparencia ” .
Según el semanario, el Papa quedó “muy impresionado” con los informes y solo tuvo fuerzas para contárselo a su hermano, Georg.