Hernán Vargas es un ingeniero de 24 años, originario de Palmares, Alajuela, que trabaja con la empresa costarricense MECO en las obras de ampliación del Canal en un proyecto que se llama presas de Borinquen. Este forma parte de una obra mayor que es el Tercer Juego de Esclusas.
Allí se deben remover 12 millones de metros cúbicos de material, 9 millones de ellos ya se desplazaron.
Vargas tiene sobre su espalda la responsabilidad de administrar unas 180 máquinas como excavadoras, camiones articulados, vagonetas de 33 m³ (una normal tiene 12 m³), tractores de orugas y niveladoras, entre muchos otros.
Con todo este equipo él debe encargarse de que cada día los operarios remuevan 46.000 m³ de tierra, lastre y basalto del lugar por donde se accederá a las nuevas esclusas del oceáno Pacífico.
Aparte de las esclusas, allí se construirán tres grandes tinas para almacenar el agua que se utilice para que los barcos Postpanamax sean elevados 9 metros y queden a la altura del lagode Gatún.
Uno de sus grandes retos es la lluvia. “Cuando llueve solo podemos remover unos 33.000 m³ de material al día y este viene con agua y lodo”, explicó Vargas.
MECO trabaja en Panamá desde 1996 y para estas obras se alió con la firma española EPSA.
“Nosotros (MECO) tenemos experiencia en movimiento de tierras y ellos (EPSA), en minería, por lo que fue cuestión de tiempo para darnos cuenta de que teníamos sinergias que nos permitieron participar como subcontratistas en uno de los proyectos”, dijo con cierta timidez Vargas.
Pero quizás el reto más grande para el joven ingeniero es un muro de 2,3 km que separará la vía de tránsito actual de los barcos con el acceso y las nuevas esclusas.