El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, reiteró ayer su intención de recurrir a Naciones Unidas en busca de la aceptación de un Estado palestino como miembro de pleno derecho, a la luz del estancamiento del proceso de paz con Israel.
“Nos dirigiremos definitivamente a la ONU en setiembre si no tiene lugar un avance político antes de ese mes”, puntualizó Abas, citado por la agencia EFE.
La decisión de los palestinos se consolidó tras el discurso del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ante el Congreso estadounidense en Washington, el martes.
Abás dijo que los parámetros formulados por Netanyahu para resolver el conflicto en Oriente Medio bloquean todo intento de retomar las negociaciones.
Para Netanyahu, es impensable un acuerdo sobre la base de las fronteras de 1967, tal y como propuso el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y que implicaría devolver Jerusalén oriental y partes de Cisjordania, capturadas en junio de ese año tras la guerra de los Seis Días.
Es viable para Israel un acuerdo con un Estado palestino sin Jerusalén como capital, con un territorio reducido, desmilitarizado y sin un fin de la ocupación ni control de sus fronteras, puesto que continuaría “a largo plazo” la presencia militar israelí a lo largo del valle del Jordán, en Cisjordania, según el discurso del primer ministro.
Además, los refugiados palestinos no regresarían a territorio israelí y no se les reconocería su derecho al retorno, amparado por la legislación internacional y las resoluciones de Naciones Unidas.
“Si Israel bloquea la cuestión de los refugiados, Jerusalén y los colonos son considerados los propietarios legales de Cisjordania, entonces ¿qué dejan al Estado palestino?”, dijo el secretario general de la OLP, Yaser Abed Rabbo.
“Netanyahu no propuso nada nuevo y sus palabras, recibidas con entusiasmo, indicaron que el Gobierno de Israel se siente fuerte y no considera urgente un acuerdo de paz. El Primer Ministro israelí demostró ser mucho más popular en el Congreso de Washington que en la propia Knesset de Jerusalén”, escribió el diario
Para
Jay Rosenberg, analista del Foreign Policy Matters, afirmó que los congresistas no parecieron medir las consecuencias de su apoyo al líder israelí, “aún en las declaraciones más extremas”.
Para Rosenberg, esta actitud envió un mensaje a Oriente Medio y al mundo entero, de que “los palestinos no pueden contar con Estados Unidos como intermediario honesto en su conflicto con Israel. Aún si el presidente Obama estuviera inclinado a serlo, el Congreso lo detendría”.
Obama mantiene una actitud ambigua. Por ejemplo, aunque no ha logrado que avance el proceso de paz, se opone a la intención palestina de buscar el reconocimiento de su Estado en la ONU alegando que generará caos y que busca aislar a Israel.
Esta medida limitará el bloqueo impuesto por Israel desde el 2007 cuando el grupo radical Hamás tomó control del territorio.
La decisión fue adoptada por el gobierno militar egipcio, que ejerce el poder tras la caída de Hosni Mubárak, aliado de Israel.
Una encuesta mostró que 46,8% de los israelíes considera que Netanyahu debió apoyar con reservas la propuesta de Obama, quien el lunes dijo: “el