Asediados por carencias de espacio, personal y tecnología, los gobiernos del área alistan mejoras en su infraestructura carcelaria.
En enero, el Ministerio de Gobernación de Guatemala anunció que construirá una cárcel de máxima seguridad valorada en $9 millones gracias a una donación del Gobierno taiwanés.
Será la primera de máxima seguridad, por su sofisticación tecnológica, de un total de 20 cárceles en el país, según dijo el jerarca de Gobernación, Nery Morales.
En los últimos 13 años, Guatemala ha invertido de $6 a $8 millones en mejorar tres prisiones.
En el caso salvadoreño, el Ministerio de Justicia y Seguridad anunció en noviembre la creación de un centro penitenciario intermedio en Ilobasco, departamento de Cabañas. Se dijo entonces que se invertirán $9 millones, pero aún no hay un anuncio concreto de cuándo arrancarán las obras.
Honduras, en cambio, está por inaugurar en San Pedro Sula una segunda unidad de máxima seguridad para 200 presos peligrosos. Estará en la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto, en el valle de Támara, norte de Tegucigalpa.
Por su parte, Panamá construye el centro carcelario La Nueva Joya, por valor de $148 millones y adjudicado al Consorcio UM Panamá.
La obra reemplazará a las actuales instalaciones de La Joya y La Joyita y albergará a 5.500 reos en 11 pabellones sobre un área de 160 hectáreas en Pacora, en el área metropolitana de la capital.
En abril, el Ministerio de Gobierno panameño presentó un proyecto de ley (con miras a que sea ley en este 2011) para otorgar la administración carcelaria al sector privado y organizaciones civiles.
Costa Rica. En el caso costarricense, Hernando París, ministro de Justicia, señaló que se planea invertir $74,3 millones en nuevos módulos que aportarían 2.700 espacios adicionales de mediana y baja contención en instalaciones carcelarias ya existentes.
En Costa Rica funcionan 16 centros cerrados (cárceles clásicas) y 11 abiertos (sitios donde el interno trabaja en el día y duerme en la noche en la instalación).
París agregó que se prevé invertir $54,8 millones en crear siete Centros Cívicos para la Paz, que serán sitios de atención a jóvenes y niños en riesgo riesgo para incentivar la convivencia con deporte, arte y fomento vocacional e incorporarlos a la sociedad.
Los centros deberían estar en funcionamiento en el primer trimestre del 2013 y a ellos se agregarán también siete centros de mediación y orientación al ciudadano que serán recintos dirigidos a la resolución pacífica de conflictos como violencia familiar y otros. El financiamiento se enmarca en el crédito por $132 millones que el Gobierno suscribió en mayo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).