Con la derrota aparatosa del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en la jornada de ayer, queda fuera del poder la agrupación política calificada como “hermana” del Partido Liberación Nacional (PLN) en Costa Rica.
Aquellas palabras solidarias entre el presidente del PSOE, Manuel Chaves, y la presidenta Laura Chinchilla, el 17 de mayo del 2010 en Madrid, quedan ahora en el anecdotario. Los rivales llegarán pronto a La Moncloa.
También se recuerda el “voto de apoyo” dado en ese momento por la mandataria a su homólogo José Luis Rodríguez Zapatero a causa de unos aprietos políticos y económicos que vivía y que lo han acompañado hasta ahora. Por algo perdió el PSOE.
Como candidato del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy apenas ha hablado de política exterior. Esta semana en su discurso de cierre en Barcelona, sí mencionó interés por Iberoamérica sin explicar más detalles.
Al PP se le ubica como una agrupación de centro derecha que, en principio, tendría menos puntos de conexión con países gobernados por la izquierda en América Latina, sean los bolivarianos o los “moderados”, como Brasil o Argentina.
Con la crisis económica ardiendo en su territorio, la política exterior del PP no se prevé demasiado prioritaria, según los distintos analistas.
La presión popular por un mejoramiento de la economía haría que Rajoy se centre en los nexos dentro de la Unión Europea (UE), cuyas autoridades en Bruselas vigilan muy de cerca el manejo de las finanzas en Madrid.
Ya lo dijo anoche. “Nos ganaremos el respeto en Bruselas, en Fráncfort y donde estén en juego los intereses de España”, pronunció en su discurso triunfal.
Aún falta la conformación del gabinete de Rajoy, pero el ministro de Asuntos Exteriores podría ser el extitular de esa cartera Josep Piqué o el exministro y exdiputado Miguel Arias Cañete.