Houston y Chicago. AFP y EFE El cubano Orestes Minnie Miñoso, exjardinero estrella de los Medias Blancas y primer jugador negro en debutar en las Grandes Ligas en Chicago, falleció a los 90 años.
Leyenda del béisbol que rompió barreras del racismo dentro de las Grandes Ligas, Miñoso siempre dijo que lo más importante era haber jugado a la pelota con los mejores y haber hecho su aporte para que el deporte fuese mejor en todo aspecto.
“Llevo el deporte del béisbol en mi sangre”, declaró en una ocasión cuando se le preguntaba por el hecho de no haber entrado al Salón de la Fama.
Miñoso, cuyo nombre completo era Saturnino Orestes Miñoso Armas, fue apodado el Cometa Cubano y fue uno de los pioneros en abrir el camino a los jugadores latinoamericanos en las Grandes Ligas.
Jugó 17 campañas en las Mayores y ha sido el único en la historia de este deporte en haber participado como jugador en cinco décadas distintas, desde su debut el 19 de abril de 1949 y su retiro el 5 de octubre de 1980.
El pelotero empujó 100 o más carreras cuatro veces para los Medias Blancas y bateó .300 o más en seis ocasiones.
Seleccionado nueve veces para el Juego de Estrellas, Miñoso jugó la mayor parte de su carrera en los jardines, y se retiró con un promedio de bateo de por vida de .298 bateador, con 336 dobles, 83 triples, 186 jonrones y 1.023 carreras impulsadas.
Miñoso ganó tres Guantes de Oro y lideró la Liga Americana en triples y bases robadas tres veces. Además, fue candidato cuatro veces al premio de Jugador Más Valioso de esa liga.
Injusticia. Sin embargo, todos sus números no le sirvieron para ser elevado al Salón de la Fama del béisbol, una de las grandes injusticias del deporte moderno.
En diciembre pasado estuvo a sólo cuatro votos de ser exaltado al Templo de los Inmortales en Cooperstown, Nueva York, por medio del Comité de la Era Dorada. Miñoso recibió entonces ocho de los 12 votos que se necesitaban para ingresar.
Los Medias Blancas no dieron detalles de la muerte de Miñoso, ocurrida el sábado anterior.