El presidente sirio se dirigió a la nación por primera vez en siete meses, con un discurso en el que prometió seguir su “guerra contra el terrorismo” y lanzó una nueva propuesta de diálogo , rechazada tajantemente por la oposición.
Hasan Abdel Azim, quien dirige el Comité de Coordinación por el Cambio Nacional y Democrático (CCCND), anunció ayer durante una rueda de prensa que no participará en el “diálogo nacional” propuesto por al-Asad “antes de que cese la violencia, se libere a los detenidos, se garantice que la ayuda humanitaria llega a las regiones más afectadas y se aclare dónde están los desaparecidos”.
El ministro de Relaciones Exteriores sirio, Ali Akbar Salehi, declaró que el plan “rechaza la violencia, el terrorismo y las injerencias extranjeras”.
La coalición tolerada por el régimen, que comparte puntos de vista con Moscú y Pekín sobre este conflicto que ya ha dejado más de 60.000 muertos según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pide que la negociación se haga bajo el control de Lakhdar Brahimi, el emisario especial de la ONU y la Liga Árabe.
El CCCND informó de que “no habrá negociación o diálogo directo entre nosotros y el régimen” y aseguró que “la etapa del diálogo y solución política ya pasó”.
Raja al-Naser, secretario del CCCND, dijo que sigue siendo favorable a una “solución política” y agregó: “(...) lo que propuso al-Asad en su discurso no es una solución política que responda a las expectativas reales, sino un discurso de guerra”.
Los dos grandes aliados de Siria , Rusia y China, no se han pronunciado por el momento sobre la propuesta de al- Asad; solo Irán se ha mostrado favorable al plan.