“Con ellas (las reformas) se intenta dar un rostro de apertura y democracia al régimen (que preside Porfirio Lobo) y mediatizar el reclamo de una Constituyente originaria”, indicó el FNRP en un comunicado difundido ayer en una rueda de prensa en Tegucigalpa.
“Al mismo tiempo, las reformas constituyen una aceptación total de la ilegalidad del golpe de Estado contra el gobierno democrático del presidente Manuel Zelaya”, agregó el FNRP.
El Parlamento hondureño, con 103 votos de los 128 diputados que integran el Poder Legislativo, aprobó la semana pasada una reforma que permite la celebración del plebiscito y convocar a un referendo sin restricciones, lo que deja el camino abierto para que pueda haber reelección presidencial, lo que prohíbe en la actualidad la Constitución vigente.
El FNRP también rechazó un proyecto de creación de “ciudades modelo” al estilo de Hong Kong, que el Parlamento está por aprobar, porque representan “los planes de la expansión del imperialismo sobre los estados fallidos con lo que (las actuales autoridades) entregarían la soberanía nacional al capital extranjero”.