In this Sunday, March 11, 2012 photo, a Free Syrian Army fighter calls for reinforcements as they take cover on a corner in Idlib, north Syria. (AP Photo/Rodrigo Abd) (Rodrigo Abd)
Saliendo al paso a estos llamados, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, acusó a Occidente de emplear “recetas riesgosas” para cambiar la situación en Siria, “engañando” a la opinión pública y “manipulando” al Consejo de Seguridad.
Lavrov expresó ante el Consejo que las sanciones unilaterales, enfocadas en un “cambio de régimen” y alentando a la oposición siria, son “una receta riesgosa de ingeniería geopolítica que solo puede desembocar en un agravamiento del conflicto”.
“Los ultimátums no funcionarán”, dijo a la prensa para mostrar su molestia ante la presión de sus socios. “Vamos a tratar de respetar las respectivas posiciones”.
En esta reunión del Consejo de Seguridad, donde oficialmente estaba previsto tratar la primavera árabe, Siria “ha puesto una gran sombra sobre este debate”, reconoció el jefe de la diplomacia británica, William Hague, quien presidió el encuentro.
Tanto él como sus homólogos francés, Alain Juppé, y estadounidense, Hillary Clinton, presionaron a Rusia y China, que han vetado dos veces proyectos de resolución sobre Siria en los pasados seis meses, argumentando que no son imparciales y que solo apuntan a un cambio de régimen.
Juppé fue el más directo al invitar a Moscú y Pekín a “escuchar la voz de los árabes y de la conciencia mundial y unirse a nosotros”.
Tras denunciar una “violencia cercana a la barbarie” por parte de Damasco, advirtió a las autoridades sirias que “tendrán que responder por sus actos ante la justicia internacional”.
Asimismo, aseveró que el enviado especial Kofi Annan debería tener una respuesta “en las próximas 48 horas” a las propuestas que le hizo al presidente Bashar al-Asad.
Hague, por su parte, pidió al Consejo “mostrar unidad y liderazgo”, lamentando que no “hubiera logrado hasta ahora cumplir con sus responsabilidades con el pueblo sirio”.
Hillary Clinton llamó implícitamente a Rusia y China a apoyar la propuesta de la Liga Árabe para resolver la crisis humanitaria y política en Siria.
Por su parte, la responsable de las operaciones humanitarias de la ONU en Siria, Valerie Amos, exhortó al Gobierno sirio a una mayor “transparencia” y dijo que esperaba que una misión humanitaria conjunta se implementara en los próximos días. “Pedimos un acceso a las diferentes ciudades y poblados”, declaró.
La semana pasada, Amos se desplazó a Siria y acordó con el Gobierno del presidente Bashar al-Asad el envío de una misión humanitaria de evaluación a las zonas de conflicto.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, solicitó al Consejo de Seguridad “unirse firmemente para poner fin a la violencia y apoyar la misión de Annan para ayudar a Siria a retroceder del abismo de una catástrofe más profunda”.
Si bien reconoció que “las autoridades sirias tienen una enorme responsabilidad en la situación”, Lavrov criticó a Estados Unidos y los países europeos su actuación respecto a Damasco al “exigir precipitadamente un cambio de régimen, imponer sanciones unilaterales para crear dificultades y tensiones sociales y fomentar a la oposición a seguir enfrentando a las autoridades en lugar de promover el diálogo”.
El embajador chino, Li Baodong, también rechazó cualquier intervención militar y un intento de “cambio de régimen” en Damasco, e instó a “consultar con todas las partes en igualdad de condiciones”, además de negar que “intereses propios” hubieran motivado el veto a las resoluciones.