Washington. EFE. El presidente de EE.UU., Barack Obama, renovó ayer, al reunirse con líderes empresariales y sindicales, su idea de elevar impuestos a los ricos y preservar los recortes tributarios para la clase media, un tema que enfrenta a la Casa Blanca con el Legislativo.
Obama convocó una serie de reuniones esta semana, a partir de ayer, con una veintena de líderes empresariales, laborales, cívicos y “progresistas”, para abordar asuntos como el combate al déficit, el temido “precipicio fiscal” y la prórroga de los recortes tributarios que vencen a finales de año.
El objetivo de Obama, según algunos de los participantes, es conseguir que el empresariado, los sindicatos y grupos cívicos mantengan la presión sobre el Congreso para que amplíe los recortes de impuestos para la clase media y hacer que los ricos tributen más.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, no ofreció detalles sobre la reunión de ayer, que duró una hora, pero, a la salida del encuentro, varios de los líderes indicaronque Obama renovó su compromiso para defender los recortes de impuestos para la clase media.
En ese sentido, el presidente de la federación sindical AFL-CIO, Richard Trumka, dijo que los sindicatos están “muy comprometidos” para que se preserven los recortes tributarios a la clase media “y el presidente también lo está”.
El déficit presupuestario estadounidense aumentó un 22 % interanual en octubre, el primer mes del año fiscal estadounidense, hasta los $120.000 millones, anunció ayer el Departamento del Tesoro.
La subida es superior a la esperada por la mayoría de analistas y sitúa el desequilibrio entre ingresos y gastos de octubre por encima de los 98.000 millones de dólares de octubre de 2011.