Washington. AFP. El presidente Barack Obama echó mano ayer de su gran capital político tras haber conseguido la reelección, para impulsar ante el Congreso una ambiciosa agenda tendiente a impulsar la economía, controlar la venta de armas y reformar el sistema migratorio.
En su mensaje del estado de la Unión, el mandatario se enfocó sobre todo en temas internos del país, pero también hizo anuncios en materia internacional como el fin de la guerra en Afganistán en 2014 y el inicio de negociaciones para una zona de libre comercio con Europa.
"Esta noche estoy anunciando que vamos a poner en marcha las conversaciones sobre una amplia zona transatlántica de comercio e inversiones con la Unión Europea, porque un comercio libre y justo a través del Atlántico estimulará (la creación) de millones de empleos bien remunerados para estadounidenses", dijo Obama.
Un tratado EEUU-UE sería un "gran motor para el crecimiento y el empleo", respondió este miércoles el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Barroso, al iniciarse negociaciones con ese fin.
"El acuerdo entre las dos economías más importantes del mundo será un verdadero motor para nuestras economías en ambos lados del Atlántico", afirmó Barroso en una rueda de prensa.
Apenas tres semanas después de haber asumido su segundo mandato de cuatro años el 20 de enero, el mensaje le sirvió a Obama para delinear las prioridades del gobierno en el contexto de una economía que aún puja por recuperarse de la peor crisis en décadas y un alto desempleo de 7,9%.
Ante una teleaudiencia de millones de estadounidenses, Obama dijo que la principal tarea del país es estabilizar su presupuesto, por lo que dijo que recortes del gasto de gran envergadura que entrarán en vigencia automáticamente el 1 de marzo son una "idea pésima".
"Esos recortes súbitos, graves y arbitrarios pondrían en peligro nuestra disponibilidad militar. Devastarían prioridades tales como la educación, la energía, y las investigaciones médicas. Definitivamente desacelerarían nuestra recuperación y nos costarían cientos de miles de empleos", advirtió Obama.
"No es un gobierno más grande lo que necesitamos, sino un gobierno más sensato que establezca prioridades y que invierta en un crecimiento generalizado", dijo Obama, ante un Congreso dividido, con la Cámara de Representantes en manos de los republicanos.
El mensaje de Obama estuvo destinado principalmente a los estadounidenses que aún sufren los embates económicos.
Su discurso por ratos optimista buscaba "contrarrestar un sentimiento de inseguridad (económica) que se ha instalado en gran parte del país", estimó Julian Zelizer, profesor de historia de la universidad de Princeton.
En la respuesta oficial republicana, el senador de origen hispano Marco Rubio, quien en un hecho inédito en estos mensajes habló tanto en inglés como en español, fustigó a Obama por su "obsesión de aumentar los impuestos", que a su juicio no ayudan a impulsar la economía.
Obama, interrumpido en varios momentos por fuertes aplausos, se refirió también a otro de los temas que ha concitado la atención en las últimas semanas, luego de una matanza de niños en Newtown, Connecticut, en diciembre: el control de las armas de fuego.
"Sé que ésta no es la primera vez que en este país se ha debatido la manera de reducir la violencia armada. Pero esta vez es diferente", dijo Obama. "Cada una de estas propuestas merece un voto en el Congreso", indicó, ante una audiencia que incluyó a familiares de víctimas de Newtown.