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Asma al-Asad y su esposo, Bashar, en una visita a París en julio del 2008. | AP. (THIBAULT CAMUS)
Nueva York y Bruselas. EFE. La ONU nota un reciente aumento en la cifra de desertores entre altos rangos del Ejército sirio, aunque no es una tendencia que desequilibre aún a las Fuerzas Armadas, informó la comisión del organismo que investiga violaciones a los derechos humanos en Siria.
Desde que la comisión emitió su último informe, el 12 de marzo, al menos cuatro generales de brigada han desertado, lo que indica que “las deserciones de alto nivel van en aumento”, afirmó ayer la jurista turca Yakin Erturk, una de las integrantes de la comisión.
“El incremento no muestra grandes cifras, pero es un cambio. Hasta ahora la mayoría de deserciones eran soldados rasos y muy pocas en altos rangos”, añadió Ertruk, quien dijo, sin embargo, que la comisión no puede ofrecer aún cifras exactas del total de desertores desde el inicio del conflicto.
Acoso a mujeres del régimen. Por otra parte, los países europeos pretenden acorralar al régimen sirio al imponer sanciones ayer contra la esposa del presidente Bashar al-Asad, hasta hace poco considerada la “rosa del desierto” venerada por Occidente, y otros familiares, entre ellos su madre.
La esposa del presidente, Asma al-Asad, y su madre Insa Asad, quedaron incluidas en la lista de doce personas cuyos haberes serán congelados y cuyos desplazamientos serán prohibidos en el seno de la Unión Europea, por apoyar al régimen o estar involucrados en la sangrienta represión contra los opositores sirios, informaron los ministros de Relaciones Exteriores en Bruselas.
Las sanciones tienen como meta final la salida del poder de Bashar al-Asad y la convocatoria de elecciones, agregó el ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo.
La de ayer fue la decimotercera ronda de sanciones que la UE impone a Siria desde que el régimen de al-Asad inició la sangrienta represión contra sus opositores en mayo del 2011.
Asma, madre de tres hijos del presidente con quien se casó en el 2000, ha sido duramente criticada por su silencio frente a la brutal represión contra los opositores al régimen que lidera su marido.
Justamente, al menos 36 personas murieron ayer, entre ellas tres menores, en distintas zonas de Siria, país que volvió a ser escenario de intensos bombardeos, manifestaciones opositoras y cruentos enfrentamientos entre el Ejército y los rebeldes.
