Tras avalarse a Enrique Peña Nieto como presidente, la pregunta de la izquierda “es si López Obrador se retirará o si permanecerá como el líder indiscutible de la izquierda mexicana”, estimó la analista política y escritora Denise Dresser en el diario Reforma .
Para José Antonio Crespo, experto en asuntos electorales y catedrático del Centro de Estudios en Docencia Económica, López Obrador derrotado está lejos de retirarse y la impugnación contra la elección fue de hecho su primer paso hacia una nueva candidatura presidencial para el 2018.
“La fundamentación jurídica es muy pobre, pero el mensaje mediático y político para sus seguidores es muy eficaz y eso refleja la disposición de López Obrador de continuar como líder vigente aunque no sea formal, y buscar la candidatura en 2018”, comentó.
Para el analista, se reeditará la historia del 2006, cuando tras perder ante Calderón, López Obrador siguió en la palestra política con movilizaciones por todo el país, prácticamente por seis años, en los cuales fue proclamado por su base “presidente legítimo”.
“Veremos una izquierda de nuevo dividida, una parte acepta los resultados de la elección y dispuesta a negociar, y otra, la de los lopezobradoristas , acusándolos de traidores, añade Crespo.
Y esta vez, a diferencia del 2006, López Obrador estará “más debilitado” pues la diferencia de votos ante Peña fue de seis puntos porcentuales y sus reclamos de fraude poco sustentados.
Tanto Crespo como Dresser ven a una izquierda enfrentada entre una corriente que busca dar un rostro moderado, con el alcalde Ebrard como su pieza fuerte para el 2018, y un ala radical empeñada a llevar a López Obrador a una tercera candidatura, incluidas marchas en próximos años.