Así lo anunciaron ayer al Consejo de Seguridad el expresidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, y el enviado especial del organismo para Sudán, el eritreo Haile Menkerios, quienes lideraron las negociaciones entre las autoridades enfrentadas e indicaron que el acuerdo “pone fin a la violencia en la región”.
Según el acuerdo, las tropas de Jartum se comprometen a abandonar Abyei, una región cuyo estatus final tras el referéndum sobre la independencia del sur no estaba claro y que ocuparon el pasado 21 de mayo, fecha desde la que varios miles de habitantes de esa zona abandonaron sus hogares y quedaron desplazados en el sur.
Mbeki, quien encabeza los esfuerzos negociadores de la Unión Africana (UA), y Menkeiros informaron al Consejo de Seguridad desde Adis Abeba, donde se alcanzó el acuerdo cuando quedan alrededor de tres semanas para que el Sur de Sudán se independice.
El expresidente sudafricano indicó que, como parte del acuerdo, las autoridades sudanesas aceptaron el despliegue de un contingente militar etíope en Abyei, donde alrededor de 4.000 soldados velarán por el mantenimiento de la paz “tan pronto como sea posible” y reciban el apoyo de Naciones Unidas.
Tras conocer los detalles del acuerdo, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, aplaudió sus términos y pidió a las partes enfrentadas que se comprometan “a obedecer completamente” los puntos del pacto para “desmilitarizar la zona” y prestar “toda su colaboración con Naciones Unidas y el Gobierno de Etiopía para desplegar tropas de paz en ese área”.
Ban exhortó a las autoridades de Jartum y del que pronto será el país más joven del planeta, a que establezcan “una administración y un servicio de policía” en la región, según detalló un comunicado emitido por la oficina de su portavoz, Martin Nesirky.
Durante las últimas semanas se han producido fuertes enfrentamientos en Abyei y en Kordofán del Sur entre las Fuerzas Armadas sudanesas y miembros del antiguo ejército rebelde del Sur de Sudán.
Ambos bandos intentan controlar la zona, puesto que se trata de una región rica en petróleo, una situación que despertó la preocupación de comunidad internacional y la condena en varias ocasiones del Consejo de Seguridad.