París. AFP El ex dictador Manuel Noriega, derrocado hace más de 20 años por tropas estadounidenses, será juzgado hoy en París por el blanqueo de 2,3 millones de euros en Francia durante los años 80, procedentes del cartel de Medellín.
El juicio, que concluirá el miércoles, comenzó poco después de la 1:45 p.m. ( 5:45 a.m hora de Costa Rica) en el Palacio de Justicia de París, presidido por la jueza Agnés Quantin, en presencia del ex militar de 76 años, extraditado de Estados Unidos a Francia el 27 de abril pasado.
Noriega, hombre fuerte de Panamá entre 1981 y 1989, permaneció sentado en un habitáculo de la sala y asistido por una traductora. Sus tres hijas, Lorena, Sandra y Thaís estaban en la sala. El ex dictador, podría ser condenado a 10 años de cárcel.
Los abogados defensores de Noriega, Yves Leberquier y Olivier Metzner, insistieron en que Francia no cumplió su compromiso ante Estados Unidos de respetar el estatuto de prisionero de guerra que le otorgó la justicia estadounidense y defendieron su inmunidad como jefe de Estado.
Meztner, reconocido penalista francés, pidió la nulidad de la extradición de Noriega aún cuando suponga su expulsión hacia Panamá. El letrado recordó que Francia se había comprometido ante Estados Unidos.
“No se trata del estado de salud de Noriega, sino el estado de derecho que le corresponde en función de la Convención de Ginebra”, enfatizó el magistrado.
Recordó que Francia lo distinguió como jefe de Estado en 1987 cuando lo condecoró con la Legión de Honor, reconocimiento que el acusado llevaba en la solapa de su traje azul marino, camisa celeste y corbata roja, pero que Francia le retirará si es condenado.
“Se trata de saber si se aplican o no las convenciones que Francia ha firmado (...) es un problema de principios”, sostuvo Meztner para quien el fondo del problema no es el blanqueo de algunos millones.
Leberquier hizo hincapié en las “condiciones inaceptables” de detención de Noriega en la cárcel parisina de La Santé.
Panamá, querellante civil, que pidió a Francia la extradición de Noriega a su país para que cumpla una pena de 20 años por la muerte de un opositor en 1985, estaba representado en la sala por su cónsul en Francia, Artístides Gómez de León, y por los abogados, Yves Baudelet y Benoit Lavagne.
Baudelet rechazó el estatuto de prisionero de guerra de Noriega y su inmunidad como jefe de Estado. “Estamos hablando de tráfico de droga. De alguien que tenía relaciones particulares con (el cartel) Medellín, del que recibió 73 millones de francos (...) para fines personales”, afirmó.
Panamá pedirá reparación por perjuicio moral y material por 27 millones de euros, anticipó una fuente diplomática panameña.
El fiscal Michael Maes rechazó el argumento de prisionero de guerra y la inmunidad como jefe de Estado.
Según la justicia francesa, a fines de los 80, en cuentas en los bancos BNP, CIC, Banco do Brazil, Credit Lyonnais y BCCI en París y Marsella a nombre de Noriega, su esposa Felicidad y sus hijas, se depositaron 15 millones de francos procedentes del cartel de Medellin, que Noriega recibió a cambio de permitir el tránsito por Panamá de aviones cargados con cocaína rumbo a Estados Unidos.
Militar de carrera convertido en hombre fuerte del país tras la muerte de Omar Torrijos en un misterioso accidente de aviación en 1981, Noriega siempre afirmó que el dinero provenía de su fortuna personal y del que cobraba de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), de la que fue espía desde los años 70.
Capturado por tropas estadounidenses que invadieron Panamá el 20 de diciembre de 1989, Noriega, que en mayo de ese año se había proclamado jefe de Estado, fue condenado en Estados Unidos en 1992 a 40 años de prisión por complicidad en tráfico de drogas. La pena fue reducida a 17 años por buena conducta.
La justicia francesa anunciará la sentencia en septiembre u octubre próximos.