Nueva York. AFP. Corea del Norte provocó ayer una amplia condena internacional en su contra después de lanzar un cohete que, supuestamente, puso en órbita un satélite, pero mantuvo un tono desafiante al defender su derecho a la exploración espacial.
El país asiático disparó el proyectil unos días antes de que su joven líder, Kim Jong-un , cumpla un año en el poder.
Pionyang insistió en que la misión no contenía uno de los misiles intercontinentales prohibidos, sino que transportaba un satélite científico al espacio.
“El satélite entró en órbita como estaba previsto”, dijo la Agencia Central de Noticias Norcoreana (KCNA) en un comunicado repetido más tarde en un triunfante especial de televisión.
Por su parte, el Consejo de Seguridad de la ONU condenó ayer mismo a Corea del Norte y advirtió sobre la posibilidad de adoptar nuevas sanciones tras lo que consideró una provocación del régimen comunista, que despertó los miedos de enemigos y de aliados.
No se amedrenta. Aunque su cercano aliado China se unió a las declaraciones de condena, Corea del Norte advirtió de que puede hacer nuevos lanzamientos al describir el estado de ánimo como “lleno de emoción” después del éxito de poner en órbita el satélite.
Añadió que continuará ignorando las advertencias internacionales. “Continuaremos ejerciendo nuestro derecho legítimo a lanzar misiles”, expresó un portavoz de la Cancillería.
El Consejo de Seguridad mantuvo una reunión emergencia después de que Corea del Norte, ya bajo sanciones internacionales por sus pruebas nucleares de 2006 y 2009, ignoró las peticiones de no continuar con los disparos.
“Los miembros del Consejo de Seguridad condenaron este lanzamiento, que es una clara violación de las resoluciones 1718 y 1874 del Consejo”, dijo, en un comunicado, el embajador de Marruecos ante la ONU, Mohamed Lulichki, quien preside el grupo compuesto por 15 países.
El lanzamiento fue ampliamente condenado y Estados Unidos dijo que tienen que haber “consecuencias” para la violación de las resoluciones de la ONU.
La embajadora de los Estados Unidos ante el organismo internacional, Susan Rice, aseguró que las conversaciones tratarán de inmediato sobre las acciones por emprender.
China, miembro con derecho a veto del Consejo de Seguridad, no indicó inmediatamente si autorizará o no estas nuevas sanciones.
El misil activó las alarmas de Japón y Corea del Sur, que pusieron a sus militares en alerta.
El Gobierno chino respondió relativamente pronto a la acción de Pionyang y expresó que “lamentaba” la acción.
En un comentario posterior, la agencia estatal de noticias Xinhua denunció igualmente la “retórica bélica y los gestos” de todos los implicados, y defendió el derecho norcoreano de explorar el espacio.
En este sentido, llamó a todas las partes a no “avivar las llamas”.