Río de Janeiro. AFP Pamela tiene 13 años y ahora no quiere volver a su escuela, la Tasso da Silveira, en la perferia de Río de Janeiro, porque tiene miedo de que se repita un tiroteo como el de ayer, al que sobrevivió pero en el que perdió a su amiga Larissa y a otros nueve compañeros.
“Tengo miedo de volver a la escuela”, lanzó Pamela Cristina Ferreira, que cursa el sétimo año en esta escuela en el barrio Realengo. “Y yo no quiero que ella vaya, voy a buscar una nueva escuela para ella”, siguió su madre, Simone Ferreira.
Pamela salió ilesa del ataque a balazos de ayer. “Escuché los disparos, pero no vi nada. Yo estaba en el tercer piso de la escuela y una compañera nos dijo gritando que fuéramos hasta el auditorio, en el cuarto piso”, narra la niña claramente afectada.
“Bloqueamos las puertas del auditorio con unos armarios bajo la dirección de los profesores, todos estábamos en pánico, pero nos quedamos tranquilos hasta que llegó la policía y todo acabó”, continuó la niña.
En el hospital Albert Schweitzer, fuertemente custodiado por la policía militar, se concentraron familiares de las víctimas y heridos. Pamela recibió allí la terrible noticia de que su compañera de clases, Larissa, de 15 años, había muerto.
“Es increíble, no lo puedo creer, nunca había pasado algo así”, comentaban los vecinos del barrio de Realengo, que ayudaron en el traslado de muchas de las víctimas.