San Andrés, Colombia. AP. El presidente Juan Manuel Santos realizó ayer una visita a San Andrés, para agradecer a equipos de rescatistas, bomberos y policías su labor de apoyo a los pasajeros del avión accidentando el lunes en esta isla.
“Nos sentimos muy orgullosos de la forma en que trabajaron”, dijo Santos en el aeropuerto ante un grupo de bomberos y rescatistas.
La madrugada del lunes un Boeing 737-700, de la aerolínea Aires, se estrelló al aproximarse a la pista del aeropuerto de San Andrés, una isla en el mar Caribe, a unos 1.780 kilómetros al norte de Bogotá y a 190 km de la costa costarricense.
De los 131 ocupantes de la nave, seis de ellos tripulantes, murió solo una pasajera: Amar Fernández de Barreto. Inicialmente, médicos de San Andrés dijeron que la mujer tenía 68 años y que había muerto de un infarto, pero tras culminarse la autopsia en el Instituto de Medicina Legal de la isla, los directivos de la morgue dijeron ayer que la pasajera tenía en realidad 72 años, no tuvo ningún infarto y falleció fue por múltiples traumatismos ocasionados por el accidente.
En Bogotá, médicos dijeron que era crítico el estado de una niña de 11 años herida en el accidente.
“La pequeña María Camila Angarita ha tenido una respuesta clínica muy, muy deficiente”, dijo temprano el doctor Carlos Hernández, del Hospital Simón Bolívar, al norte de Bogotá, donde es atendida desde el martes, luego de ser trasladada desde la isla en un avión.
“El pronóstico no es el mejor, es pésimo ahora. Sufrió un trauma craneoencefálico y no se ha logrado una mejoría de su respuesta neurológica”, dijo Hernández.
“Ella y al menos otros tres pasajeros resultaron con heridas graves, aunque la única que tiene un pronóstico crítico es la niña”, dijo Héctor Zambrano, secretario de Salud de la Alcaldía de Bogotá.