“La posición tradicional de Nicaragua”, explicó Arguello al canal 4 de televisión, ha sido “que en la boca de salida del golfo de Fonseca está Nicaragua, por un lado, y El Salvador, por otro, ambos a menos de 20 millas (36 km) de distancia, y que, conforme a la Convención de Naciones sobre Derechos del Mar, las aguas territoriales de ambos países se juntan ahí, no así las de Honduras, que está a 30 millas (55 km) en el fondo”.
Arguello reaccionó así a las declaraciones que brindó el domingo el presidente hondureño, Porfirio Lobo, en las que anunció que acudirá al Consejo de Seguridad de la ONU para que El Salvador y Nicaragua cumplan con una sentencia de la Corte de La Haya.
“La sentencia entre Honduras y El Salvador (1992) les otorga derechos en la boca de salida del golfo, pero esa sentencia no obliga a Nicaragua”, sostuvo.
El agente de Nicaragua ante La Haya dijo que, en “un plan o decisión de política nacional”, el presidente Daniel Ortega estará estudiando cualquier arreglo frente a las últimas desavenencias que han surgido en el golfo, “ pero sería una cuestión voluntaria y así lo ha dicho el presidente cuando ha hablado con sus colegas Lobo y (el salvadoreño Mauricio) Funes”.
Por otra parte, el jefe de la Fuerza Naval de Nicaragua, Marvin Corrales, sostuvo que están ejerciendo su “derecho” en el golfo de Fonseca y negó que estén obstruyendo el paso a pesqueros hondureños.
“Nosotros ejercemos nuestro derecho en nuestras aguas” en el golfo de Fonseca, y no tenemos incremento de medios ni de tropas”, señaló en rueda de prensa el jefe de la Naval nicaraguense.
El contraalmirante explicó que la presencia en esa zona es para darles “protección a nuestras lanchas pesqueras artesanales”. Negó que hayan destruido una embarcación pesquera hondureña en el golfo de Fonseca, aunque sí detuvieron a un grupo de pescadores de ese país en aguas nicaraguenses.
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