Syrian boys hold a banner about the international conference on the Syrian crisis being held in Paris during a demonstration after Friday prayers in Kfar Nubul in the northwestern province of Idlib on July 6, 2012. A world meeting on Syria urged the UN to use the threat of sanctions to force change in Syria as President Bashar al-Assad was rocked by the defection of one of his most senior generals. AFP PHOTO/LO (LO)
París. AFP. Los países árabes y occidentales reunidos en París pidieron ayer al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que adopte una resolución firme y obligatoria, que incluya una amenaza de sanciones contra Damasco, en el momento en que se anunciaba la deserción de un alto oficial del régimen sirio.
Un centenar de países Amigos del Pueblo Sirio, reunidos por tercera vez, recalcaron en sus conclusiones que el presidente sirio “Bashar al-Asad debe abandonar el poder”.
Pidieron al Consejo de Seguridad que “desempeñe su papel (...) adoptando urgentemente” una resolución “bajo el capítulo VII” para hacer aplicar los acuerdos internacionales sobre una transición política en Siria, país en el que 15 meses de represión y combates causaron más de 16.500 muertos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, organización con sede en Londres.
El capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas permite decidir sanciones e incluso un recurso a la fuerza contra quienes no respeten una resolución.
Las conclusiones publicadas ayer limitan en la fase actual los medios de presión a la amenaza de sanciones “que no impliquen el empleo de la fuerza armada”, en virtud del artículo 41 de la Carta. No obstante, el artículo 42 indica que si el Consejo de Seguridad estima que las medidas tomadas en el marco del artículo precedente son “inadecuadas”, puede recurrirse al uso de la fuerza.
Muchos analistas consideran que las reuniones diplomáticas no aportarán soluciones y que solo una relación de fuerza con Siria puede cambiar la situación.
Intervención. El jefe del opositor Consejo Nacional Sirio, Abdel Baset Sayda, pidió en París un ingreso de armada extranjera. “Hay que tomar todas las medidas para establecer una zona de exclusión aérea y corredores humanitarios”, dijo.
El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle, explicó que medidas militares serían discutidas “quizás en otras reuniones, si la aplicación de sanciones no producen los progresos que debieran”.
Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad acordaron, el sábado pasado, en Ginebra, una transición con un gobierno del que podrían formar parte miembros del poder actual y de la oposición, y sobre la necesidad de aplicar el plan del emisario internacional Kofi Annan .
Este prevé, entre otras medidas, un alto el fuego, que nunca fue aplicado. Pero los países occidentales consideran que el acuerdo de Ginebra implica la partida de al-Asad, mientras que Rusia y China estiman lo contrario y son del criterio de que corresponde al pueblo sirio decidir al respecto.
Los occidentales argumentan que, dado que Rusia y China aceptaron el plan y el acuerdo de Ginebra, deben aceptar también que Siria sea sancionada si no los aplica.
“Es necesario recurrir de nuevo al Consejo de Seguridad y exigir la aplicación del plan de Ginebra, que Rusia y China aprobaron”, declaró la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton.
China y Rusia, que tienen derecho de veto en el Consejo de Seguridad, impidieron hasta ahora que se aprueben resoluciones contra Damasco en el marco de las Naciones Unidas.
Empero, Siria es objeto de sanciones tomadas unilateralmente por Estados Unidos, la Unión Europea y la Liga Árabe.
Francia y Estados Unidos criticaron ayer a Rusia y China, países a los que Clinton acusó de “bloquear los progresos” en el caso sirio.
Clinton manifestó que mantendrá ayuda a la oposición, con medios de comunicación.