Washington. EFE. El secretario de Defensa, Leon Panetta, levantó ayer la prohibición que excluía a las mujeres de formar parte de las unidades de combate en el frente y resaltó el “coraje”, “sacrificio” y “patriotismo” que han demostrado.
“Las mujeres han mostrado un gran coraje y sacrificio en el campo de batalla, contribuyendo de una forma sin precedentes en la misión militar”, dijo Panetta en una rueda de prensa en la que hizo el anuncio acompañado del jefe del Estado Mayor Conjunto, Martin Dempsey.
“Han probado su habilidad de servir en un extenso número de roles”, agregó el secretario, quien destacó que el objetivo del Departamento al levantar ese impedimento es “cumplir nuestra misión con los más cualificados y más capaces, sin importar el género”.
Del 1,4 millones de personal activo que tienen las Fuerzas Armadas estadounidenses, 202.400 son mujeres, que representan aproximadamente un 15%.
Panetta destacó que en la década de guerra en Irak y Afganistán han muerto más de 150 mujeres militares y señaló que cuando acude a un funeral en el Cementerio Nacional de Arlington, Virginia –donde son enterrados los militares caídos en combate– “no hay distinción entre hombres y mujeres”.
Este es uno de los mayores cambios en la política del Pentágono de su historia, junto con la derogación, en el 2011, de la ley que prohibía a los homosexuales servir en las Fuerzas Armadas.
El presidente B arack Obama calificó de “hito” y de “paso histórico” el levantamiento de la prohibición, y consideró que la medida es otro paso “hacia la realización de los ideales fundacionales” del país “de justicia e igualdad”.
El secretario de Defensa, quien se espera que abandone su cargo a mediados de febrero, informó al Congreso y al exsenador republicano Chuck Hagel, a quien Obama ha nombrado como su sucesor, aunque su confirmación todavía está pendiente en el Senado.
Fuentes del Pentágono indicaron que Hagel ha mostrado su apoyo a esta medida que abrirá más de 200.000 puestos.