MUERTE BIN LADEN PAK01. ABBOTTABAD (PAKISTÁN), 02/05/2011.- Vista de la ciudad paquistaní de Abbottabad donde según ha afirmado hoy el presidente de EEUU Barack Obama, ha fallecido el líder de la red terrorista Al Qaeda, Osama bin Laden, a manos de un comando especial de soldados estadounidenses. EFE/AGUS MORALES (AGUS MORALES)
Durante años, los occidentales pensaron que el hombre más buscado del mundo se escondía en las zonas tribales inexpugnables del noroeste de Pakistán, en la frontera con Afgnistán, bastión de los talibanes pakistaníes aliados de al-Qaeda.
Sin embargo, en vez de soterrarse en una gruta alejada de las ciudades, bin-Laden se encontraba –¿desde cuándo?– en una mansión, a unos 80 km al noroeste de Islamabad, al borde de una linda ciudad turística, Abbottabad, sede de una academia militar.
El presidente de EE. UU., Barack Obama, homenajeó la ayuda de Pakistán e indicó que llamó a su homólogo, Asif Alí Zardari, para decirle que era un momento “histórico” para ambos países.
“Osama bin-Laden murió en la periferia de Abbottabad” poco después de medianoche, dijo un texto del Ministerio pakistaní de Relaciones Exteriores.
“Esta operación fue desarrollada por las fuerzas estadounidenses en virtud de su política, según la cual Osama bin-Laden sería eliminado en una operación directa de sus fuerzas en cualquier parte del mundo”, agregó el comunicado, sin confirmar abiertamente que Pakistán no había sido avisado de la operación.
“Este hecho pone de relieve nuestra preocupación de que terroristas que pertenecen a diversas organizaciones encuentran refugio en Pakistán”, sostuvo por su parte el lunes el ministro del Interior de India, P. Chidambaram.
Los analistas estiman que Pakistán corre el riesgo de que los talibanes, aliados de al-Qaeda, intensifiquen la ola de atentados desatada en 2007 por el apoyo que el Gobierno aportó a la “guerra contra el terrorismo” de EE. UU.
Más de 4.200 pakistaníes murieron en unos 450 atentados –en su mayoría suicidas– en los últimos tres años.
El primer ministro pakistaní, Yusuf Raza Gilani, calificó la operación de “gran victoria” contra el “terrorismo”, pero admitió que no conocía los detalles.
Las relaciones entre los servicios secretos estadounidenses y pakistaníes se enfriaron después de la detención durante varias semanas de un agente de la CIA que había matado a dos pakistaníes a comienzos del 2011.
A mediados de abril, la más alta jerarquía militar de EE. UU., el almirante Mike Mullen, acusó a los integrantes de los servicios secretos pakistaníes de mantener relaciones con la red Haqqani de los talibanes afganos, cuya retaguardia se encuentra en las zonas tribales.
Jerarcas de Washington acusan a menudo al aparato militar y a los servicios de inteligencia de Pakistán de tener un “doble juego” con los islamistas.
El sitio Internet Stratford Global Intelligence se preguntaba ayer si Pakistán sabía que bin-Laden estaba escondido en Abbottabad.
“Abbottabad es una ciudad de guarnición con una academia militar. La gente se va a preguntar cómo bin-Laden hizo para encontrarse ahí”, dice el periodista pakistaní Rahimulá Yusufzai, uno de los mejores conocedores de los talibanes y al-Qaeda.
“Eso puede aumentar la presión sobre Pakistán y plantear interrogantes sobre el número dos y otros responsables de al-Qaeda, que también podrían esconderse” en Pakistán, explicó Yusufzai.