Kabul (AFP). Miles de afganos enfurecidos por la quema de coranes en una base militar estadounidense se manifestaron en varias ciudades al grito de “Muerte a Estados Unidos” y protagonizaron violentos incidentes que dejaron al menos cinco muertos y decenas de heridos.
Según fuentes oficiales y de los servicios médicos, tres personas murieron en Shinwar, una en la capital y otra en Jalalabad, donde un grupo de estudiantes quemó una efigie del presidente Barack Obama.
La embajada estadounidense en Kabul suspendió sus actividades y la policía afgana envió refuerzos para frenar a una muchedumbre encolerizada que avanzaba hacia el centro quemando vehículos y atacando tiendas.
Los manifestantes arrojaron piedras contra la base estadounidense de Camp Phoenix, y los soldados efectuaron disparos al aire para tratar de dispersarlos antes de que la policía afgana enviara refuerzos.
Los afganos tienen un fuerte sentimiento de pertenencia religiosa y cualquier ofensa contra el Islam suele desatar una ola de indignación contra las tropas occidentales que en 2001 entraron al país para derrocar al régimen de los talibanes.
El comandante de la Fuerza Internacional para Afganistán de la OTAN, el norteamericano John Allen, presentó sus disculpas y admitió que soldados de la base de Bagram se deshicieron “por inadvertencia” de ejemplares del Corán .
En Washington, el secretario de Defensa, Leon Panetta, expresó “la más firme desaprobación de esa conducta” y prometió “tomar las medidas necesarias y pertinentes para que eso no vuelva a ocurrir jamás”.
En Kabul, los manifestantes obligaron a retroceder a una unidad de policía antimotines y trataron de avanzar hacia el centro, antes de que se produjera un tiroteo que dejó al menos 11 heridos, indicó un funcionario del ministerio de Salud.
El portavoz de la Policía, Ashmat Estanakzai, negó que los agentes hubiesen abierto el fuego, aunque indicó que las protestas “se volvieron violentas cuando (los manifestantes) atacaron Camp Phoenix y bloquearon la principal carretera hacia la frontera con Pakistán en el este”.
“Están avanzando hacia Kabul y la policía está tratando de frenarlos. Hemos enviado más refuerzos a esa zona”, indicó.
Unos 100 estudiantes universitarios protagonizaron otras protestas en el oeste de la capital.
En Shinwar unos mil manifestantes “atacaron a la policía a pedradas. En un enfrentamiento, tres personas murieron y diez resultaron heridas”, indicó a la AFP la portavoz de la administración provincial, Roshna Jalid.
En Jalalabad, se produjeron enfrentamientos en varios puntos de la ciudad. Testigos oyeron disparos y un reportero de la AFP dio parte de vehículos apedreados y de varios incendios.
Un médico, Ahmad Ali, indicó que los incidentes dejaron al menos un muerto y una decena de heridos de bala que eran atendidos en el hospital de la localidad. “Yo mismo vi el cuerpo. Es un joven que estaba con los manifestantes”, precisó.
Los primeros informes sobre la quema de coranes trascendieron el martes, aunque hasta ahora se ignora las razones y las circunstancias en que eso ocurrió.
Responsables estadounidenses que pidieron el anonimato dijeron que los libros servían para esconder mensajes entre detenidos afganos de la prisión dependiente de la base de Bagram.
Las tropas estadounidenses forman el principal contingente de los 130.000 efectivos extranjeros que desde hace diez años combaten a la insurgencia de los talibanes.