Madrid. EFE y AFP. El histórico dirigente conservador español Manuel Fraga murió ayer a los 89 años después de haber dedicado casi sesenta años de su vida a su gran pasión, la política, una actividad que abandonó hace apenas dos meses.
Hijo de emigrantes en Cuba y emigrante al mismo tiempo durante sus primeros años, fue uno de los dirigentes en activo más veteranos de Europa y durante años el único vivo en ocupar cargos relevantes en la dictadura franquista, la transición y la democracia en España.
Aunque siempre tuvo la intención de seguir en la política “hasta el último suspiro”, como siempre decía, finalmente en setiembre del 2011 decidió poner fin a sesenta años de actividad.
Atendiendo los deseos de su familia, abandonó su escaño en el Senado (la Cámara Alta del Parlamento español) tras las elecciones generales del 20 de noviembre de 2011, en las que ganó por mayoría absoluta su formación, Partido Popular (PP), en el que ejercía el cargo honorífico de presidente fundador.
Político de raza y trabajador incansable, nació el 23 de noviembre de 1922 en Villalba (Lugo), en la norteña región de Galicia. Era letrado, diplomático y catedrático y fue uno de los padres de la Constitución española de 1978.
Ministro de Información y Turismo durante el régimen franquista (1939-1975), se le considera el principal impulsor del turismo como una de las industrias más importantes de España.
Última gran figura de la dictadura franquista, Fraga Iribarne, con una carrera de excepcional longevidad, fue protagonista de medio siglo de historia política de España, como ministro de Franco y posteriormente como jefe de filas de la derecha democrática, donde fundó Alianza Popular.