Bagdad. AFP Once presuntos miembros de al-Qaeda y seis policías murieron en la noche del sábado en Bagdad durante un motín en una cárcel, provocado por el hombre acusado de haber organizado un atentado contra una catedral siriaca católica de la capital, según informaron ayer fuentes oficiales.
El motín y el tiroteo que siguió se produjeron en momentos en que las fuerzas de seguridad temían un aumento de las actividades de la rama iraquí de esta red islamista a raíz de la muerte de su jefe Osama bin-Laden. El motín fue en un centro de detención de la unidad de lucha antiterrorista.
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